El rango de frecuencias indica eso, el abanico de frecuencias que los auriculares son capaces de reproducir. El oído humano capta aproximadamente desde unos 20 Hz hasta unos 20 kHz, por debajo de los 20 son infrasonidos, que se sienten físicamente más que oírse, y por encima de los 20.000 ultrasonidos. Hay personas con mayor o menor sensibilidad auditiva (depende de la longitud de la cóclea entre otras cosas (órgano auditivo)).
La sensibilidad es lo que en otros sitios se le llama SNR (Signal to Noise Ratio o Relación Señal Ruido). En teoría y tratamiento de la señal, se suele trabajar en escalas logaritmicas, y la unidad adimensional de magitud es el decibelio. Para no entrar en demasiados detalles, a mayor sensibilidad o SNR, en este caso 108 dB, más se oirá lo que queremos, y menos el ruido de fondo, estática, etc...
La impedancia es una unidad de resistencia eléctrica compleja. En temas de electricidad/electrónica se trabaja mucho con números complejos. La parte real de la impedancia se llama resistencia, y la parte imaginaria se llama reactancia. Idealmente las resistencias tienen solo impedancia real, y las bobinas y condensadores tienen sólo impedancia imaginaria. En la realidad no es así, pero el concepto es el mismo. Como unos auriculares están formados por bobina de hilo de cobre, eso actúa como una impedancia. Las bobinas, a mayor frecuencia, más impedancia muestran, así que el dato que te dan es que a 1 KHz de frecuencia tiene una impedancia de 16 Ω. El tema de las impedancias es útil para poder transmitir mayor potencia. Los auriculares de uso cotidiano tienen unas impendancias del orden de los 4, 8, 16, 32 Ω, mientras que los más profesionales, en plan monitorización, DJ, salas de doblaje, etc, se van a los 200, 300 o 600 Ω, ya que son sitios en los que se pueden conectar varios en paralelo desde una misma salida, de ahí que tengan impedancias altas.