Cuando despierto siento nauseas, mi cuerpo lleva sintiéndolas un rato pero es justo ahora cuando mi cabeza se da cuenta de que en realidad antes nada era real, el juego se ha terminado, ahora empieza lo de verdad.
Una luz apenas ilumina toda la estancia, me muevo y un tintineo de cadenas me siguen, ¿son mías estas cadenas? Creo que me sujetan a la pared. Tengo mucho sueño, me duermo. No me puedo dormir, me tumbo y me quedo quieto, es casi como dormir.
Despierto o abro los ojos, un tiempo sentado descansando me deja observar que la estancia puede ser un garaje, parece muy sucio y huele como un gallinero. Acabo de descubrir que la cadena sujeta a un collar de acero que llevo puesto y sujeta además a la pared es lo que tintinea cuando me muevo. Suena como un dulce timbre de bici. He montado en bici, no. No lo he echo, lo hice antes, antes de ser lo que soy ahora. Ahora no puedo montar en bici.
Se ha abierto una puerta y me levanto, me duelen mucho las rodillas pero cuando las miro me doy cuenta de que apenas llevo un pantalón vaquero echo jirones y estoy sin camiseta y sin botas, una camiseta de una calavera tenía antes, ahora no, ahora no puedo. No recuerdo como eran mis botas.
La mujer que me capturó me observa con desprecio. No entiendo cómo puede despreciarme, es preciosa, yo la hubiera amado antes, ¿he amado antes?, ahora no puedo.
Una mujer que podría llamarse Miranda se acerca a mi captora y la besa cuando la saluda, un beso breve, sus labios no se mojan. Pienso en romper mis cadenas y besarlas, una parte de mí siente el deseo, la otra sólo siente hambre y cansancio. Quiere que todo deje de dar vueltas. Pero ya no puedo besarlas, ya no puedo.
Miranda me escupe, no es la mejor forma de tratar a alguien, pero al menos mis labios se mojan cuando con mis dedos llevo su saliva a mi boca, en ese momento ella piensa algo malo de mí. No sé que me está diciendo, antes hubiera podido oirla, ahora no puedo.
Tengo un casco en la cabeza, no me tapa la cara, sólo la cabeza, cuando lo toco me corto, me duele mucho un dedo, pero lo miro y ya no lo tengo, me duele mucho. ¿Nadie va a curarme? Miranda ya se ha ido y mi captora habla por teléfono, yo antes tenía un teléfono. Antes podía haber hablado, cuando tenía cosas que decir, ya no, ahora no tengo nada que decir a nadie, todos se han ido y me han dejado solo. Nadie debería quedarse solo, nunca dejaré a nadie más sólo, ya no.
Mi captora se va, se abre hacia arriba la puerta del garaje, al final era un garaje. Una luz muy fuerte y mucho ruido vienen de fuera, no quiero salir, pero mis cadenas se caen, creo que quieren que salga. A lo mejor cuando salga no estoy más tiempo solo. Mientras camino me duelen mucho las rodillas y mi dedo cortado, la cabeza me pesa mucho por culpa del casco. Voy con la cabeza medio agachada y veo unas letras en mi pecho escritas en morado. Pienso en que me gustaba mucho antes ese color, ahora ya no. Cuando salgo del garaje estoy en un círculo muy grande de arena, hay gente alrededor, me acerco a la gente, han puesto vallas. Sigo estando solo.
Una mujer se acerca a mí desde el lado opuesto de donde está mi garaje, pero creo que también está herida, camina tambaleándose, cuando se acerca puedo ver las heridas que tiene por todo el cuerpo, tiene otras letras escritas en rosa, no me gustaba antes ese color, ahora tampoco.
La mujer se acerca a mí, ¿también está sola? le han puesto una espada en la mano, creo que ya no tiene mano. Me clava la espada y me hace daño, ¿por qué todo el mundo me hace daño?.
Antes todo era perfecto, ahora ya no lo es, esto es la realidad, y esa mujer quiere matarme, la mataré yo a ella entonces.
La mujer me clava la espada en la barriga y siento como me atraviesa, me duele mucho pero no puedo hablar, ya no puedo. Así que la cojo por la cabeza y le muerdo la cara. Ella tampoco puede gritar, pero sé que le duele porque ya no tiene nariz y eso duele. Sigo mordiéndole la cara hasta que la mujer deja de apretar su espada en mi barriga, luego cae al suelo. Yo sé que antes la hubiera dejado en el suelo, pero ya no, esto es real, me gusta mucho como sabe, debo devorarla.
El público está gritando una sola palabra, creo que es el nombre que tengo escrito en el pecho pero eso me da igual, debo comerme a la mujer para calmar mi dolor, es lo único que puede calmar mi dolor por seguir estando en pie. No vivo, pero en pie, y eso duele.
Miranda se acerca con un lazo y me atrapa y me ata cuando ya casi me había terminado de comer a la mujer que también estaba sola, me arrastra por el suelo, ella va en una moto. Tengo mucho sueño, me tumbo y dejo que me encadenen, siempre lo hacen igual, creo que esta vez morderé a mi captora cuando me cosa el dedo, acabo de recordar que no llevo un casco, tengo la cabeza atravesada por cristales.
El dolor ya no aparecerá durante un tiempo, pero sigo estando cansado. Tengo mucho sueño, me duermo. No me puedo dormir, me tumbo y me quedo quieto, es casi como dormir.
-----------------------------------------------------------------------------------
Vuelvo a colgar mi relato que fue borrado por error en un ajuste de la web. Gracias de nuevo a los que en su día lo leyeron, opinaran o no. Gracias a tí que lo has leído.