No es la primera vez que Comisiones Obreras se opone al cobro indiscriminado del canon digital y los abusos de la Sociedad General de Autores. En esta ocasión ha
"CCOO" escribió:Señores de la SGAE:
Acuso recibo de la carta de réplica que me dirige D. Antonio Rojas por orden de D. Antonio Alférez a propósito del artículo titulado "Lo que sabemos y lo que deberíamos saber de la SGAE", pidiéndome que la publique "...con el único fin de que los lectores de COMFIA conozcan la verdad sobre esta entidad de gestión... ", según dice textualmente el correo.
He de comentarles que me ha sorprendido, por un lado la inmodestia de la que hacen gala, al proclamarse poseedores de la verdad y por otro, la sintonía existente entre ambos señores a la hora iniciar sus escritos con descalificaciones personales del tipo "...parece haber bebido en las cloacas de los calumniadores contra la SGAE..."hacia la autora del artículo, creo que poco acordes con la responsabilidad que ocupan en el departamento de comunicación de la Sociedad General de Autores de España. Además me ha sorprendido muy desagradablemente que está carta personal haya sido filtrada por Ustedes para su publicación, manipulación y difusión por terceras personas.
Quiero recordarles que el derecho a réplica les hubiese asistido si el artículo en cuestión fuese obra de esta redacción, no así cuando se trata de la reproducción de un artículo de un tercero tal como se desprende del enlace del pie del artículo y como avisamos en nuestra "Política de privacidad", que verán al pie de nuestra página de portada.
La persona a la que descalifican y a la que declinan emitir está replica, es una trabajadora que en estos momentos corre el riesgo de ver embargadas sus propiedades como consecuencia del litigio que mantiene con la SGAE y a pesar de ello, en todo su escrito aporta argumentos y ni una sola frase insultante, cosa que no observo en el de Ustedes, máxime cuando proviene de un departamento que se le supone de “Comunicación”. A modo de ejemplo, omiten en la réplica, explicar por qué no dan a conocer en su página web el repertorio objeto de compensación y de su representación.
Aunque los argumentos que se abordan en el escrito de la mencionada señora y que Ustedes califican de “errores y calumnias” no nos corresponde a nosotros defender o rebatir, sí que nos permitimos matizar algunas cosas de las que expresan en su carta.
Lo primero es recordarles que no todo lo legal es siempre necesariamente justo y que aunque el cobro del canon sea legal existe mucha gente que tiene serias dudas sobre su oportunidad, cuando no de su justicia, prueba de ello son las manifestaciones que hizo en su dictamen, la Comisión Asesora sobre la Sociedad de la Información del ministro Montilla, el pasado mayo, asegurando que "el canon de copia privada es un sistema manifiestamente ineficaz e imperfecto" y que, entre las opciones que se barajan para regular los derechos de autor, "la más razonable sería la supresión pura y simple del canon". La Comisión afirmaba además que la nueva redacción del canon podría suponer un freno al desarrollo de la Sociedad de la Información, y que por lo que estamos observando no parece que fueran muy equivocados.
Y siguiendo en esa línea argumental sobre lo legal y lo justo, nos permitimos recordarles que nuestra organización dispone de un parque de varios miles de ordenadores, impresoras, así como un buen número de accesorios tipo CD y DVD por los que pagamos un canon a la Sgae que podemos considerar como millonario y que no sabemos en concepto de qué, ya que nuestro trabajo en nada afecta a los derechos que en teoría protege el canon. Hemos de suponer que se nos criminaliza de antemano y se nos despoja de la presunción de inocencia ya que nos condena al pago de la compensación de algo que no hacemos y que es totalmente ajeno a nuestra actividad.
Recalamos a continuación, ya que nos afecta muy directamente, en el párrafo que titulan "Errores de la SGAE", en concreto hacen mención a que el cobro de los derechos autorales del festival que la Fundación Paz y Solidaridad de CCOO realizó recientemente en solidaridad con el pueblo saharaui, por el que se vio ante la ingrata tesitura de tener que pagar la cantidad de 3.268,60 euros que nos reclamaron Ustedes, fue un error y que estos casi siempre se corrigen. ¿Pero cuántos errores van ya? ¿De verdad se han corregido? ¿Esta corrección se ha hecho antes o después de su publicación en algún medio de comunicación?
Demasiados errores se nos antojan, que han de corregir cuando la opinión se les vuelve en contra.
Acaban Ustedes el escrito afirmando que echamos basura sobre los creadores y nos tachan de insolidarios, no es la primera vez que utilizan esos argumentos contra CCOO, el pasado mayo Eduardo Bautista en El País decía algo similar. Parece ser que todo el que discrepa de la SGAE tiene garantizado un sambenito, los internautas fueron calificados como los pendejos electrónicos, a los de las pymes de informática se les acusa de beber en las cloacas de los calumniadores, nosotros somos tachados de insolidarios y de echar basura sobre los creadores, pero al contrario que a otros nos conceden el privilegio de ser invitados a "conocer la verdad".
Suponemos que esa verdad con la que nos quieren iluminar y esa solidaridad de la que los demás carecemos es la que ya disfrutan sus trabajadores, que durante los últimos tres años han perdido un 3,68% de poder adquisitivo en sus salarios, mientras, la empresa ha obtenido unas ganancias con un incremento anual de los ingresos por descuentos superior al 7% (en 2005 ha sido 9,13%, y supera récords de recaudación año tras año). Desde septiembre del año pasado tienen denunciado el convenio y hasta la fecha ha sido imposible acordar con Ustedes uno nuevo, esperamos que esta vez sí sea solidario.
Suponemos que esa verdad de la que presumen es la que ya conocen los colectivos sociales que también, por si acaso, son criminalizados de antemano y condenados a pagar el canon correspondiente de todos los ordenadores, impresoras, CD, etc. necesarios para el desarrollo de su labor social.
O esos otros colectivos que se ven sorprendidos cuando pasa el recaudador reclamando el diezmo del acto benéfico de turno: conciertos por las víctimas del 11M, discapacitados, afectados por el Prestige, refugiados saharauis, radios sin ánimo de lucro, bodas, romerías, y un largo etc.
Suponemos que también deben ser esa verdad y esa solidaridad las que también ya conocen las numerosas pymes que están viendo peligrar su futuro, con el consiguiente riesgo de deslocalizaciones, mientras los ingresos de las entidades de gestión han experimentado un incremento en sus ingresos desde la introducción del canon en 2003 de un 267%, es decir un 90% anual, datos que manejó la Comisión Asesora de la Sociedad de la Información a la hora de efectuar sus críticas a la imposición del canon.
Aunque ya sabemos que no hay más sordo que el que no quiere oír, en todos nuestros comunicados y en nuestras actuaciones, CCOO ha dejado claro y con contundencia su rechazo a la piratería y el derecho de los creadores a cobrar por sus obras, lo que no es sinónimo de acepatar la implantación de un canon a todas luces injusto e insolidario como el que estamos soportando, tenemos muy claro el papel de los creadores y la necesidad que nuestra sociedad tiene de ellos, al igual que la necesidad de las grandes y pequeñas empresas que conforman el tejido productivo y que dan trabajo a las personas que representa el sindicato, por ello todo lo que contribuya a la privación de honorarios a los creadores, al cierre de empresas, a deslocalizaciones, a pérdida de puestos de trabajo se encontrará con nuestra contundente oposición, como ha sucedido siempre.
Creemos que al igual que la sociedad avanza y experimenta transformaciones, la economía y la forma de hacer negocios también están sujetos a esa metamorfosis y quienes no lo acepten y se oponen a ella están condenados a ser arrollados por el imparable tren de la evolución,
Ya hemos visto como en el mundo de la música y su distribución, las nuevas tecnologías han brindado nuevas oportunidades de negocio y han apuntado nuevas formas de distribución, los que se han sabido adaptarse están siendo catapultados por la ola, no así los que se aferran a sistemas y formas de hacer ancladas en el tiempo y rechazadas cada vez por más gente.
Así como entendemos la razón de ser de los creadores, de los artistas, de las empresas, no entendemos la razón de ser de una Sociedad que vive de unos ingresos que han sido claramente cuestionados por la Comisión asesora de la Sociedad de la Información, que puede hacer peligrar una parte del tejido productivo de nuestro país, que puede dar pie a pérdida de puestos de trabajo y a deslocalizaciones, que no es nada solidaria con sus propios trabajadores, que se ha ganado a pulso el rechazo de colectivos cada vez más numerosos.
Creemos, pues, llegado el momento no sólo de cuestionarnos medidas como el cobro del mencionado canon, sino la forma de hacer negocio de la Sociedad que lo cobra y su papel en la Sociedad de la Información, si es de desarrollo o de freno, como apuntó la mencionada Comisión Asesora en su dictamen.
Y para terminar, aún no teniendo ninguna obligación en este caso a publicar réplicas, como aclaramos al principio, creemos que la publicación de esta, es muestra de que no nos asustan las discrepancias ni nos molesta que no nos den la razón, a la vez que puede servir para que se entienda el tono de nuestra respuesta, por lo que en nuestro boletín publicamos tanto el cuerpo del correo electrónico, como de la carta adjunta.