Un
remake de Vampire: The Masquerade - Bloodlines realizado por fans ha sido paralizado por CCP Games, el estudio propietario de los derechos del título junto Activision. El proyecto sin ánimo de lucro denominado
Project Vaulderie tenía como objetivo llevar el juego de 2004 al motor Unity para ofrecer una ejecución más estable en sistemas modernos.
Este fin de semana, el equipo responsable del
remake ha
publicado una orden de cese y desista remitida por CCP Games que pretenden cumplir. El comunicado exige la retirada de cualquier referencia a las propiedades Vampire: The Masquerade y Bloodlines, así como de cualquier
software derivativo y recursos del juego.
"Todo esto invalida nuestro esfuerzo y el significado del proyecto entero, ya que un
remake de Vampire: The Masquerade - Bloodlines no se puede rehacer sin sus contenidos originales", escribe el líder del proyecto. "Project Vaulderie habría resucitado el interés en un juego que se ha olvidado con el tiempo, y creo que todas las partes se podrían haber beneficiado de esta creación".
El mensaje de despedida señala que el proyecto ha recibido las "simpatías" de antiguos desarrolladores de Bloodlines y de antiguos empleados de White Wolf, la editorial del RPG de papel y lápiz. De hecho, el equipo estaba preparando una presentación para obtener el beneplácito de los actuales propietarios del
copyright.
Pese a la mala noticia, el mensaje deja claro que el equipo está "buscando una vía alternativa para continuar el trabajo en un juego futuro". No obstante, el grupo también sentencia que "está claro que no habrá nuevos títulos bajo la marca Vampire: The Masquerade".
Vampire: The Masquerade - Bloodlines se estrenó en Windows PC a finales de 2004 afectado por graves problemas técnicos, principalmente motivados por el uso pionero del motor Source de Valve. Tras un discreto lanzamiento y el cierre inmediato del estudio Troika Games, el título RPG se ha ganado un
devoto seguimiento de culto y varios
parches no oficiales que solucionan algunos
bugs.