Es impresionante como te puedes ir de una frase a otra sin que se de apenas cuenta nadie.
Vamos que te puedes pegar media hora leyendo de un cuadro al otro sin que suene raro.
Es la forma que tiene los políticos de hablar mucho sin decir nada, aunque por lo menos yo, me doy cuenta enseguida cuando no contestan lo que se les pregunta, que por desgracia la inmensa mayoría del pueblo ''borreguil'' se traga los discurso y se quedan tan panchos.