En una ocasión para una fiesta estudiantil me tocó estar en la puerta de una discoteca para cobrar las entradas. Estuve poco tiempo, pero me llegó de sobra para ver que muchísima gente, más de la que uno piensa, va de gorrón por la vida, sobre todo si cree que el dueño de un negocio tiene la "obligación" de fiarles o de prestarles o lo que sea.
Estando yo en la puerta, se presentaron personas de negocios vecinos a la discoteca en cuestión y ¡qué casualidad! ninguno quería pagar. Todos querían entrar "de gratis". ¿Su justificación? "Tío, que somos colegas, que somos comerciantes también, enrróllate tío, déjanos pasar gratis...".
Si tienes un negocio, no puedes dar trato de favor a nadie, o de lo contrario un buen día te encontrarás pagando tú los gastos de tus clientes y teniendo que cerrar para no entrar en números rojos.
Hay que cobrar, sí o sí. A todo el mundo. Incluso si es alguien de tu familia que se vuelve abusón y que viene todos los días, habría que comenzar a cobrarle. Conozco a un señor que es hermano de un hostelero y no veáis lo que debe ser cuando ese señor cae en el bar de su hermano, con toda su parentela, y piden todo lo que les apetece, y nunca pagan. Y si te ve a ti, te invita también, a costa de su hermano. Y el pobre hermano lo acepta porque como es de su familia...
Y esto es aplicable a cualquier negocio. Si alguien tiene una tienda de libros, o de discos, podrá contar anécdotas parecidas de vecinos, amiguetes, etc que se quieren aprovechar y llevarse algo sin pagar o pagando casi nada.