El periodista independiente Barret Brown ha sido condenado a 63 meses de prisión por publicar un enlace a datos robados por el grupo Anonymous. Brown ha evitado una condena potencial de 100 años declarándose culpable de los cargos de acceso no autorizado a equipos protegidos, obstrucción de una orden de búsqueda y amenazas en Internet.
El litigio que ha terminado por criminalizar la publicación de enlaces comenzó en 2011 a raíz del
hackeo de Anonymous a la firma de seguridad privada Stratfor. Brown atrajo la atención de las autoridades estadounidenses tras compartir vía IRC un enlace de hipertexto que dirigía a los más de 200 GB de datos extraídos en el asalto.
Aunque Brown no ha sido partícipe directo del ataque a Stratfor, la acusación sostiene que el acto de publicar enlaces a los datos robados es parte del delito. Los abogados del periodista defendieron ante el tribunal de Texas (
pdf) que el periodista no "transfirió" en ningún caso la información, sino que sencillamente reprodujo un enlace que ya era público.
El Departamento de Justicia de los EE.UU. debate que la publicación del enlace es un crimen en sí mismo debido a que "causó que los datos estuvieran disponibles para otras personas
online, sin el conocimiento y la autorización de Stratfor y de los propietarios de las tarjetas". Los datos robados abarcan múltiples emails y números de tarjetas de crédito pertenecientes a clientes de Stratfor, como la Armada estadounidense o el departamento de policía de Miami.
El caso de Brown ha despertado gran interés en el sector periodístico estadounidense al amenazar el derecho a reproducir información pública libremente. Brown comentó a la agencia AFP antes de su sentencia: "El gobierno me ha expuesto a décadas de prisión por pegar un enlace a un archivo disponible públicamente que otros periodistas también estaban enlazando sin ser perseguidos".