El conductor reconoce que se durmió al volante - La capilla ardiente de los fallecidos se ha instalado en el Tanatorio de la localidad madrileña de Colmenar Viejo
MADRID.- Cinco guardias civiles han muerto y otros dos han resultado gravemente heridos después de que un camión arrollara esta madrugada un control antiterrorista de la Guardia Civil en el kilómetro 74 de la carretera de Burgos (A-1) en dirección de entrada a la capital, a la altura de Buitrago de Lozoya. El conductor del vehículo, de nacionalidad rumana y que resultó ileso, ha reconocido que se durmió al volante.
El suceso ocurrió a las 3.08 horas de esta madrugada cuando el camión arrolló un control muy bien señalizado y formado por cuatro vehículos, instalado por la Benemérita, que en esos momentos se encontraba desmontando el operativo. Se trataba de un dispositivo "habitual" aunque reforzado con motivo de la Cumbre Internacional sobre Terrorismo inaugurada en Madrid.
Los guardias civiles fallecidos son Marcelino Calaco, nacido en Badajoz en 1950 y destinado en el cuartel de Buitrago de Lozoya; Javier López, nacido en 1981 en Madrid y destinado en Rascafría; Juan Antonio Hermoso, nacido en 1973 en Málaga y también destinado en Rascafría; Francisco Javier Cavia, nacido en 1972 en Palencia y destinado en el puesto de Miraflores de la Sierra, y el alumno en prácticas Ricardo Villar, nacido en 1974 en Madrid y con destino en Lozoyuela. Tres de ellos estaban casados -uno de ellos tenía cuatro hijos y otro uno- y dos eran solteros. Todos serán condecorados por haber muerto en acto de servicio.
El control estaba formado por cinco vehículos y 11 agentes. Cuando ya casi estaban desmontando el puesto, los guardias civiles vieron un BMW que les resultó sospechoso. Un sargento y dos agentes lo persiguieron en uno de los coches. En el momento en que los ocho guardias civiles restantes estaban marchándose, el camión arrolló a siete de ellos. El que sobrevivió llamó a los compañeros que perseguían el BMW para que regresaran.
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Este punto de la vía, que permaneció cortado a la circulación hasta casi el mediodía, es una zona de fuerte subida y gran visibilidad con dos carriles, más uno adicional para vehículos lentos. Los agentes se encontraban en el arcén de este último en el momento en que fueron embestidos por el camión, de matrícula 6079-BNR, perteneciente a la empresa toledana Transportes Chavala y cargado con barras de hierro.
Los dos heridos son el alférez José Luis Periáñez, nacido en Talaván (Cáceres) de la 5ª Compañía de Colmenar Viejo e ingresado en el Hospital de La Paz, que se encuentra en estado crítico, y el guardia civil Luis Ramos, del puesto de Lozoyuela e ingresado en el Hospital Ramón y Cajal, que se halla en estado grave. El alférez Periáñez era el jefe del operativo.
Conductor legal
El camionero, de origen rumano, ha resultado ileso, se encuentra detenido y en su primera declaración ante la Guardia Civil ha reconocido que se quedó dormido. De hecho, no hay huellas de frenada en el lugar del siniestro, una pendiente de subida, y el test de alcoholemia que se le practicó al conductor resultó negativo.
El delegado del Gobierno en Madrid, Constantino Méndez, explicó que el camión, de gran tonelaje, había salido del País Vasco y se dirigía a Toledo, sede social de la firma propietaria del camión.
El conductor estaba "contratado legalmente" por la empresa, según ha contado la madre del dueño de la empresa, Ángel Chavala Villamor, que lleva más de 20 años con Transportes Chavala, la dedicada al transporte de mercancías, sobre todo de material de construcción, y tiene un flota de "cinco o seis camiones". La firma pertenece a la cooperativa de transporte de mercancías Cotramer.
Fallecidos en el acto
Al lugar del incidente, junto a Buitrago de Lozoya, acudieron dos dotaciones de bomberos de la Comunidad de Madrid, tres uvis móviles del SUMMA y una ambulancia del servicio madrileño de salud (SERMA).
Cuando llegaron, estos servicios ya nada pudieron hacer por lo agentes, puesto que habían fallecido en el acto. Uno de los cadáveres tuvo que ser rescatado por los bomberos de entre los amasijos de los vehículos. Los otros heridos se encontraban fuera de los coches, en el arcén, cuando fueron arrollados.
La capilla ardiente de los fallecidos ha quedado instalada en torno a las 13.30 horas en el tanatorio de Colmenar Viejo. Hasta allí han llegado los familiares de las víctimas, que están siendo atendidas por psicólogos de la Guardia Civil y Cruz Roja. Hasta el lugar se han desplazado también el ministro de Defensa, José Bono, y el de Interior, José Antonio Alonso, así como el director general de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche. El funeral se oficiará en la basílica de Colmenar Viejo.
Además, han acudido al tanatorio el coronel Rafael Navarro, jefe de la Comandancia de Madrid de la Guardia Civil; el comandante Pallar, de la Guardia Civil de Tráfico, y el alcalde de Colmenar Viejo, José María de Federico.
http://www.elmundo.es/elmundo/2005/03/08/madrid/1110252716.html