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Sorprendido por la gran ignorancia en ciertos temas que se respira en la meseta, fruto del adoctrinamiento que sufren allí por parte de los gobiernos ultra-nacionalistas españoles que son herencia directa del franquismo (los que cultivaban el espíritu "nacional"), me propongo explicar un poco la historia de nuestro pequeño país para que dentro de un par de años, cuando nos larguemos de esa farsa barata llamada estado español, los de la bilis podáis seguir insultándonos, pero con conocimiento de causa para variar.
El Principado de Cataluña se creó formalmente el 1162 unificando todos los condados catalanes bajo el control de Alfonso I en aquel momento.
Pongamos las cosas en perspectiva y en contexto:
Para frenar el avance Árabe en el norte de Hispania, el rey franco decide crear una serie de condados con independencia militar y jurídica. Eran aquellos condados, unos territorios de carácter eminentemente militar. Así pues, el 785 se entrega Gerona pacíficamente, y el 801 Barcelona es reconquistada. El 804 y el 810 se intentan dos expediciones a Tortosa, pero fracasan, estableciéndose así la primera frontera "catalana". Por aquel entonces los condados eran: Ribagorça, Pallars, Urgell, Barcelona, Girona, Peralda y Rosselló.
Tras varios motines y otros hechos interesantes pero que me salto para abreviar un poco, la configuración territorial a finales del siglo IX queda así:
Pallars y Ribagorça bajo el control del conde Ramon
Barcelona, Urgell, Cerdanya, Girona y Osona para Guifré
Empúries y Rosseló para Sunyer II
Por los quehaceres dinásticos del momento, Pallars quedaría bajo los dominios de la rama de Guifré (el 963 ya estaba bajo el control de Ramon II, uno de los hijos de Guifré).
Ribagorça ya es otro tema distinto. Tras una invasión árabe aprovechando la confusión generada por la muerte sin descendencia del conde Guillem, fue liberada por Sans III de Pamplona que también era soberano del antiguo Condado de Aragón y se incorporó a sus dominios (con la excepción de un cachito (la Noguera Ribagorçana) que pasó a manos de Ramon III de Pallars Jussà).
Por otro lado, a la muerte de Sans III de Pamplona, ese reparte sus condados entre sus hijos. El hijo ilegítimo, Ramiro, recibe el condado de Aragón junto con un par de terrenos más que eran "terra regis", con lo que jamás se le llegó a nombrar Conde de Aragón. Tampoco se le nombró Rey de Aragón ni él mismo lo hizo de hecho, siendo que sólo recibió la honor (propiedad) de esas tierras, pero jamás la potestas (poder).
Sin embargo, los barones de Ramiro sí le consideraban rey, y también así sus descendientes. Así pues, se le puede considerar rey aún sin haberlo sido nunca.
Así pues, el Reino de Aragón nació como una rama del de Pamplona, y era gobernado por una rama de la dinastía de Navarra. Con el objetivo de huir de ese vasallaje, el Reino de Aragón se declaró vasallo del papa, justo como habían hecho los condados catalanes para huir del vasallaje franco.
Ramir muere en la batalla de Graus luchando contra castellanos y árabes (en aquella batalla participó El Cid, aliado entonces de los musulmanes) pero ya había entregado la posesión que mantenía sobre sus tierras a Ramon Berenguer IV junto con su hija Peronella en matrimonio, aún cuando jamás le entregó el título de rey (porque jamás lo poseyó). Es por esos intereses que se unifican bajo una misma corona esos territorios tan distintos, y es por eso que Alfons I (hijo de Berenguer y Peronella) decide mantener la independencia relativa de esas tierras entre sí, aún cuando unificó los condados catalanes (culturalmente muy homogéneos entre si) bajo el dominio del Principado de Cataluña (aunque ese nombre no se usaría hasta más adelante, el 1350).
