Hyrule ha dado una explicación bastante completa.
Yo he usado los tres sistemas, y me quedo con la inducción.
Pero todo depende de cuánto te guste cocinar.
En cuestión de limpieza gana la inducción de calle. Aunque te digan que la vitro se limpia fácilmente no es cierto, una vez que pruebas la inducción te das cuenta de que la vitro puedes dejarla perfecta, sí, pero a base de pasar un buen rato raspando.
La razón es que como la placa de inducción no se calienta más que por contacto con el cacharro, si se te derrama algo no se te suele incrustar, cosa que sí ocurre con la vitro.
Si te gusta cocinar, el peor sistema es la vitrocerámica. No se puede controlar la cocción, tienes que estar pendiente para ver cuándo se te calienta la comida demasiado para que no se queme y cuándo se enfría, y aprender a predecir cuándo vas a necesitar modificar la potencia.
Para hacer cosas sencillas no está mal. Pero también hay que tener en cuenta lo que te han dicho antes, que los tiempos son mucho mayores con la vitro.
Por ejemplo, para algo tan simple como cocer pasta, en dos minutos tienes hirviendo el agua con la inducción. Con la vitro tardas mucho más, no es apto para gente con prisa.
Con la inducción controlas de manera bastante precisa el calor suministrado, no se te queman las cosas ni se te quedan frías, porque reacciona en cuanto tú modificas la potencia. Para cosas un poquito elaboradas la diferencia es abismal.
Vamos, que entre la inducción y la vitro sólo hay una cosa en la que gane la vitro, que es en precio. Ahora ya es cosa de cada uno decidir si le merece la pena la diferencia.
Yo tengo una placa con tres focos de inducción en lugar de cuatro (uno es doble, tiene dos tamaños), que resulta bastante más económica que una de cuatro focos, y al fin y al cabo es difícil que vayas a usar cuatro focos a la vez. Las placas mixtas (dos vitro y dos inducción) son quizás un poco más baratas, pero francamente, poca gente estrenará los focos normales teniendo al lado dos de inducción. ¿Para qué tener dos focos que no vas a usar prácticamente nunca?
En cuanto al gas, para mí tiene más inconvenientes que ventajas.
- Necesitas llevar la conducción de gas hasta donde esté la cocina.
- La limpieza es la peor con diferencia.
- Eso de tener fuego en la cocina no me termina de gustar.
Sus ventajas son el precio y la versatilidad a la hora de cocinar.