Armin Meiwes, de 42 años de edad, es acusado del cargo de "asesinato por placer", será juzgado por el tribunal de gran instancia de Kassel (centro) y es pasible de una pena de hasta 15 años de cárcel.
Detenido desde fines de 2002, el caníbal declara que su objetivo ahora es "impedir" que gente con las mismas intenciones que él pueda realizarlas, según declaró a la prensa alemana.
"Deben tratarse a fin que las cosas no vayan hasta la realización de los fantasmas, como me pasó a mí", afirma Armin Meiwes, que se plantea escribir sus memorias en la cárcel.
"Reconozco que soy culpable y lamento lo que hice", declara el acusado, que dice guardar un "recuerdo intenso y positivo" de su víctima.
"Busco un hombre dispuesto a dejarse devorar"
A principios de 2001, Armin Meiwes invitó a su casa de Rotenburgo a Bernd Juergen Brandes, ingeniero berlinés de 42 años con el que había hecho relación a través de internet tras publicar un anuncio en el que afirmaba: "Busco un hombre dispuesto a dejarse devorar".
Los dos hombres, homosexuales, decidieron cortar y comerse juntos el pene de Brandes. La escena fue filmada y el vídeo está en manos de la policía. Después, Meiwes mató a Brandes a cuchilladas y descuartizó el cadáver.
El caníbal había pasado 80 anuncios por internet. Cinco hombres respondieron a los mismos antes que la policía detuviera al acusado. Tras ser liberado una primera vez a falta de pruebas, Maiwes fue detenido nuevamente en diciembre de 2002 a raíz de informaciones dadas por un estudiante austriaco.
Es decir, que fue un año y medio después del asesinato de Brandes que el caso del "canibal de Rotenburgo" se descubrió y escandalizó a Alemania.
El "canibal de Rotenburgo"
Descrito por sus vecinos como un hombre "calmo, simpático y servicial", Armin Meiwes hizo una confesión completa a la policía. "No soy el único. En Alemania hay unos 800 caníbales", dijo entonces a los policías.
En todo caso, él es el primero que comparecerá por tales hechos ante la justicia alemana. Se prevé que el proceso dure hasta fines de enero próximo.
El acusado fue declarado penalmente responsable por los psiquiatras. La defensa alegará "homicidio a pedido", lo que reduciría la pena máxima a cinco años de prisión, sosteniendo que la víctima lo fue por voluntad propia y que, por lo tanto, no se trata de de un asesinato.
En la historia de la criminalidad figuran varios casos célebres de canibalismo, como el del japonés Issei Sagawa, quien despedazó en 1981 en París a su novia y comió durante tres días los pedazos del cadáver, o el psicólogo ruso Andrei Chikatilo, condenado a muerte en 1994.
En el caso de Armin Meiwes, la "novedad es el hecho de que alguien consintió en ser la víctima", señala el psicólogo alemán Rudolf Egg.
Fuente: Wanadoo
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