Los usuarios que han adquirido un nuevo ordenador con Windows XP desde el 26 de octubre del pasado año están en su derecho de solicitar al fabricante/tienda una migración gratuita a Windows Vista.
Eso sí, tendrán que hacerse cargo de los gastos de envío del nuevo sistema operativo.
Microsoft anunció unos meses antes de salir al mercado Windows Vista que iba a poner en marcha el programa Actualización express.
Se trata de un programa puesto en marcha desde el 26 de octubre de 2006 y que será válido hasta el 15 de marzo de 2007.
Consiste en que un usuario que haya adquirido o vaya a adquirir un PC con Windows XP
hasta la fecha especificada puede obtener una actualización a Vista de forma gratuita, aunque para ello tendrá que hacer frente a los costes de transporte y entrega del producto.
Aunque se trata de un programa que en su día fue puesto en marcha por Microsoft son los fabricantes de los equipos y las propias tiendas las que deben encargarse de facilitar esta actualización gratuita.
Por ello, desde la compañía se recomienda que, de no haber encontrado una carta en la que se especifican los pasos a seguir cuando se realizó la compra, se pongan en contacto con la tienda en la que lo adquirieron o con el fabricante para ver si su nuevo ordenador está adscrito a ese programa de renovación.
Aquellos ordenadores que se encuentren identificados como PCs Aptos para Windows Vista (con el logotipo ‘PC Capable') fueron catalogados como
idóneos para incluirse en este programa , aunque la oferta final depende de cada uno de los fabricantes. De hecho, los usuarios deben consultar a sus distribuidores locales para recibir información específica sobre cómo realizar la renovación.
Problemas que pueden surgir
En primer lugar, es posible que el ordenador que se adquiriese no estuviese adscrito a ese programa de renovación porlo que, en ese caso, no habrá posibilidad de recibir la actualización.
Por otro, son muchas las tiendas que, pese a ofrecer el ordenador con Windows XP instalado, se trata de una versión 'pirata'.
En esos casos, no se entrega al usuario una factura en la que se detalle lo que se ha cobrado por el sistema, por lo que el usuario no tendría derecho a reclamar una actualización de un sistema operativo del que en realidad nunca fue propietario.