Hay gente más temperamental que otra, del mismo modo sucede con el autocontrol, no todos tienen la misma facilidad para no exteriorizar lo que sienten. Obviamente esto no supone un problema de por sí, pero cuando uno reconoce que escapa a su control y que tiene comportamientos que no desearía tener, es cuando podemos hablar de un problema.
Como ya te han dicho, hay terapias para tratar estas cosas. Sé que es fácil caer en la tentación de decir "ya estuve en un psicólogo". Pero piensa que es igual que si vas a un médico por una enfermedad y solamente curas parcialmente o recaes más tarde. En esos casos vuelves a ir, te mandan otro tratamiento, cambias de especialista, etc. Pero no asumes que por no haberte curado una vez ya no vas a poder encontrar cura nunca. Pues esto es exactamente igual.
Por otro lado, no me parece lógico que se quiera hacer de la agresividad una conducta normal. Quiero decir, puede tener sus bases biológicas y todo lo que uno quiera usar para justificarlo, pero vivimos en una sociedad en la que uno no puede dejarse guiar por impulsos que escapan a su control. A mí me frustra muchísimo ver a alguien con esa actitud. Si yo soy capaz de controlarme y hacer un esfuerzo por racionalizar la situación y no comportarme como un animal, espero lo mismo de la otra persona. Y si, efectivamente, es algo que no puede cambiar por mucho que se lo proponga, me gustaría que reconociese el problema como ha hecho el autor del hilo y no que se dedicase a restarle importancia.
Un saludo.