- Si son ejercicios, los hago una y otra vez. Aquí no hay mucho misterio.
- Si se trata de teoría, me leo el texto y lo escribo en un folio. Me lo vuelvo a leer e intento escribirlo sin mirar (lógicamente, las primeras veces suelo mirar muy a menudo el texto, pues se me olvidan bastantes frases). A la cuarta o quinta vez, ya no necesito mirar más el texto para escribirlo, siempre dependiendo de la dificultad y del tamaño del mismo, estoy hablando de textos de una cara de folio.
El día antes o la mañana del examen, me siento con diez folios y un bolígrafo y escribo toda la teoría sin mirar los apuntes, una página detrás de otra. No concibo estudiar sin escribir.
Ese es mi método de estudio, y creo que me ha ido bastante bien.