Como ya han comentado, la manera más factible para que puedas invertir el dinero suelto en monedas, es emplearlo en supermercados, ya que son los negocios que más agradecen tener cambio. Os sorprendería la cantidad de veces que no disponen de cambio y tienen que hacer malabares, pidiendo suelto a otra caja o incluyo llamando al encargado a ver si le puede llevar un paquete con monedas. Yo cuando tengo acumulada cierta cantidad en monedas y la llevo en paquetes preparados, poco menos que ven a Dios, no hay una sola ocasión donde no lo agradezcan.
Ahora bien, sino quieres esperar a ir gastando ese dinero y quieres cambiarlo por billetes... Entonces como bien señalan algunos, la única opción viable es el banco de España. Y como muchos han indicado acertadamente, no suele ser una opción viable, ya que por un tema de distancia, muchas veces no compensa el viaje.
Coincido en que sean monedas de un euro o un céntimo, es dinero de curso legal y debería aceptarse cambiarlo en los bancos sin comisión de ningún tipo. Pero como hay tábula rasa (te rescato con dinero público y luego permito que abuses del consumidor), pues nada, ancha es Castilla...
Como no podía ser de otra manera, no me atengo a las estadísticas oficiales
Todo lo que pueda comprar en presencia física, lo hago en efectivo. Lo único que pago con tarjeta son las compras online (como Amazon). Y lo de pagar con el móvil, en mi vida lo he hecho y me niego a hacerlo. La gente sacrifica seguridad y privacidad a cambio de "comodidad" (cuando la diferencia de tiempo entre sacar un billete y que te den el cambio y pagar con el móvil puede ser de... ¿15 segundos?), pero yo me niego a esa coacción y manipulación. Es como lo de pagar en caja o hacerlo tú mismo en un caja de autoservicio, la gente no reflexiona lo dañino que es eso y la cantidad de puestos de empleo que puede joder por el egoísmo de no querer esperar un minuto. Como bien dice
@Torres , mientras no nos afecte, nos la suda lo que le suceda a los demás, hasta que un día intenten replicar dicho modelo (sustitución hombre por máquina) en nuestros trabajos y entonces lloremos...
Como ya decía Martin Niemöller en su poema...
Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
ya que no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
ya que no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
ya que no era sindicalista.
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
ya que no era judío.
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.
Pues lo mismo aplicado al dinero en efectivo y la sustitución máquina-hombre.