Bartews escribió:Quise ir pero estaba bastante mal (en mi estado de ánimo) y cuando finalmente iba a ir, ya había acabado.
No te perdiste gran cosa, pero si es cierto que te falta una parte del proceso, quizás la información o la vivencia necesaria que hubiera hecho falta para que ahora mismo no te encontrases asi. Yo he visto el proceso entero, y a dia de hoy me alegro, para mi fue la despedida completa.
A otro nivel, ya se que no es lo mismo, pero hace poco tuve que sacrificar una de mis gatas que estuvo viviendo conmigo desde que tenia el mostacho de adolescente. Pues lloré mucho antes, lloré durante el tiempo que la sujetaba para que la veterinaria le pusiera la inyección, pero sabes qué? Cuando acabó, no lloré, vi como se dormia, como aquel cuerpo se quedaba vacio. Literalmente VACIO. Es impresionante, pero ya sabia que en ese cuerpo que habia encima de la mesa, no habia nada, sabia que mi gata ya no estaba ahi, eso que quedaba no era MI GATA, era solo un cuerpo que ya no me pertenecia.
Se que resultara morboso y desagradable, pero si no hubiera tantos tabús, y en los casos de muerte natural, donde no haya deformaciones por accidente o similares, pudieramos dar un ultimo adios, más cercano, a nuestro familiar, sin la vitrina-congelador esa donde ponen el ataud, que lo estas viendo como si fuera un congelado en el super, o en el crematorio, ver como suben el ataud en el horno a través del cristal que te separa de el, todo seria más llevadero.
Nunca entendia esas imagenes que salian en la tele, de algunos entierros en los que salia la gente y se acercaba a TOCAR el ataud, no entendia el gesto, pero creo que ahora si, es como una especie de despedida, de comprobación, de que esa persona ya no está aqui, saber que su muerte es real y no estamos viviendo una pesadilla.
Y parece mentira, que se haya tenido que morir un animal, al que pude acariciar hasta el último momento, para entender esas escenas de dolor.