siempre y cuando no le des mas importancia de la que realmente tiene... si no, terminarás esclavo de tu cuerpo.
asco los pelos? a ti puede, igual que a otro le de asco ahi todo depiladito
por cierto, el metrosexual ya está pasado de moda, no se si los mas "in" ya lo sabiais, beckham ya no es el icono de la moda.
http://www.periodistadigital.com/object.php?o=27236
El Metrosexual: La decadencia masculina
Cualquiera que haya leído las obras cumbres de Huxley , Bradbury u Orwell habrá dedicado muy posiblemente en alguna ocasión, su pensamiento, al futuro que nos depara la actual sociedad.
Basta con que el apelado tenga la suficiente capacidad de raciocinio e inteligencia - aptitudes que por cierto no abundan hoy en día - para haber llegado a la conclusión, de que venga lo que nos venga, no pinta nada bien.
Haber atravesado las puertas del siglo XXI con el mundo en guerra, no es el único - aunque no por eso menos importante - indicio, de que las cosas fallan. Es suficiente con lanzar una mirada a nuestro alrededor más cercano, para comprender que las carencias de valores humanos superan en gran número a la sobra de sus virtudes. Es más, si la mirada la dirigimos a los noticiarios, el hecho se vuelve terroríficamente ineludible.
No comenzaré ahora a relatar una por una las carencias a las que hago referencia, y no lo haré por un lado; porque son demasiado obvias para perder tiempo explicándolas a quien a estás alturas aun no sea capaz de distinguirlas. Y por otro; porque no cabrían ni espacio ni tiempo suficientes para lograrlo. Así pues, me centraré en esta ocasión en un tema que puede resultar tan curioso como lamentable: El nuevo movimiento social de los metrosexuales.
¿Qué es un metrosexual?
He de reconocer que la primera vez que leí la palabra en algún lugar que ni recuerdo, ni pretendo recordar, no pude evitar la carcajada. En un principio, di por hecho que sería alguna de las extrañas variaciones a las que en estos tiempos se somete a la homosexualidad, y no fue hasta pasado un tiempo, cuando a través de Internet, concretamente en la red social Orkut, comencé a recibir invitaciones para unirme a una comunidad de metrosexuales. Tal acontecimiento, añadiré, me sentó tan bien como puede sentar una patada en el culo, y me incitó a buscar información al respecto del vocablo.
Según algunos "expertos", esta sería la definición de un metrosexual:
Un hombre de clase y nivel social altos, que se cuida, compra ropa de las principales marcas y cimenta su imagen a través de la ambigüedad recurriendo incluso a estrategias que hasta el momento estaban reservadas a mundo femenino.
La tendencia está en aumento, según entendidos estadounidenses.
Depilaciones, cremas, perfumes caros, restaurantes de lujo, asesores de imagen y una fortísima tendencia a seguir las modas más recientes, serían los patrones establecidos por el movimiento.
En definitiva; mundanos aspirantes mediocres a Narciso, que corren más riesgo de caer al lago que de disfrutar de su reflejo. Pues para empezar, por mucho que la mona se vista de seda, mona seguro nos queda.
No me resulta ridícula la tendencia metrosexual por el hecho del cuidado del cuerpo, ante el cual siempre he abogado del mismo modo que por el de la mente, bajo la milenaria máxima griega del "Mens sana in corpore sano". Lo que me preocupa, es el carácter con el que se presenta la misma; el como es recibida y el como se interpreta. Con un David Beckham como estereotipo, cientos de miles de hombres venden su alma al diablo por un corte de pelo o una sesión de rayos uva, mientras en distintos países del mundo hay quienes mueren sino de hambre, bombardeados y mientras el tráfico de blancas es un hecho y la explotación infantil es casi un tema olvidado. ¡Y claro que podría citar miles de ejemplos más! Casi cualquiera podría hacerlo, pero no por ello el asunto resulta menos triste.
Palabra, que no me preocuparía en absoluto tal movimiento, si no fuese por la importante carga económica que conlleva. Si doscientos mil tarados quisiesen declarase incondicionales de su propia imagen a costa de 35 horas a la semana, 11 meses al año y 65 años a la vida, a mi plim, que no iba a perder el sueño por los delirios de cien patanes.
Lo que me resulta alarmante es el hecho de que tales modas, y ésta a la cabeza, son el paso más claro, a una interpretación burlona de los mundos que describían los autores que cito al inicio del artículo.
Una puerta abierta hacia la sociedad completamente capitalista, en la cual las pertenencias y el aspecto cobran el talante del respeto y se adelantan a los valores que nos hacen dignos. El camino hacia un mundo cada vez más egocéntrico y hacia una sociedad más controlada, moderada y disciplinada, que amansada por el soma de su propio ego permite que las bombas maten a sus hermanos mientras a ellos no les vuele el flequillo.
Y es que si venderse a cualquier moda ya resulta bastante penoso. El hacerlo sumándose a una que se declara ya desde un inicio, elitista, egoísta y pretenciosa, no será más que deplorable.
Leer o escuchar, con objeto de tratar comprender, a quienes se declaran metrosexuales a la hora de defender sus intereses, es como guardar un zapato en una jaula y esperar a que cante; se necesita más imaginación que paciencia.
Suelen basar sus ideas en la importancia de sentirse ciudadanos transgresores y cosmopolitas que no rechazan su lado sensible y femenino. Quizá alguien debiera explicarles que un hombre no es más humano por hacerse la manicura, ni es más sensible por depilarse el culo.
Un dato curioso a añadir, antes que con tanto escribir tal mote me salte la alergia – Sí, yo también soy un tipo sensible - son las actitudes femeninas ante esta postura. Son muchas las seguidoras de tal movimiento que no sólo lo aceptan, sino que lo defienden con liposucciones, uñas y dientes. Tratar de entender el "por qué" de esta realidad, sólo nos lleva a una conclusión; y es que en un mundo donde por aquí las multi-sexualidades y por allí los fasci-machismos, caminan juntos de la mano, y donde la posición social parece haber reemplazado a las virtudes humanas, lo que más se echa en falta son hombres, y claro, a falta de pan buenas son tortas.
Aunque también hay que añadir, que las mujeres que realmente valen, y en consecuencia se hacen valer, tienen bien claro cuales son los valores y las aptitudes que forjan realmente la personalidad y el carácter de un hombre.
Nenú, jamas le he pedido ha mi chica que se depilase, si lo hace es porque le ha dado la gana, y si no lo ha hecho, a mi me ha dado igual. utiliza el argumento que quiereas, pero ese.... como yo sufro... los demas tambien! no dice nada bueno sobre ti.