3x3ojos escribió:Pues no se si será la influencia anglo-sajona que he recibido en Australia... pero yo DISFRUTO discutiendo con personas que piensan lo opuesto a mi, no me parece un problema en absoluto y puedo discutir con el mayor de los respetos.
De hecho, siendo una persona bastante de derechas (que no facha) he votado siempre al PP/Ciudadanos y no tengo problemas en aceptar las opiniones de gente de izquierdas... parte de mi familia es del PSOE, a mi novia le mola Podemos y ningún problema.
A mí me pasa igual, disfruto confrontando ideas, debatiendo, y discutiendo (no confundir con pelearse).
Yo me considero de centro, he votado a derecha y a izquierda. Y he criticado y aplaudido a ambos lados. Hay mucha gente que se toma la política como algo pasional, o sentimental, más que racional. Son de un bando y lo defenderán a muerte, hagan lo que hagan, y criticarán al otro bando de igual manera.
En la situación de que salga el tema de la política, dependiendo de la situación intento debatir los argumentos, sobretodo de la gente que todo "lo suyo" le parece perfecto y lo del otro bando mal. De hecho mis amigos de derechas me dicen que soy un "rojo", y mis amigos de izquierdas que soy "un facha".
Sólo ha habido una excepción, la gente muy mayor. En concreto el abuelo de 90 años de mi novia. Hombre criado en el franquismo. Recuerdo que la primera vez que fui a comer a su casa. Mi novia me dijo "nada de política", mi suegra me dijo "nada de política", su yerno (mi suegro) me dijo "cuidaaao". Estamos sus abuelos, mi novia y yo. Sale una noticia de Rubalcaba (época ZP), y yo, despúes de criticar no sé que medida de ZP (creo que los brotes verdes, o el no hay crisis), "no me parecería un mal candidato"... entró en convulsión, veía fuego en sus ojos. Su abuela le decía "pero di por qué..." nada.
Si a ti desde pequeño te meten algo en la cabeza, es MUUUUUUY difícil que a según que edad puedas cambiar de ideas según que cosas.
Incluso me pasa a mí. Mi abuelo es muy aficionado a los toros, desde pequeño he ido a corridas junto a él. Ahora mi parte racional me dice que es una barbaridad, que matar a un animal así es salvaje, pero yo lo veo tan normal, tan tradicional, que me cuesta rechazarlo tajantemente.