› Foros › Off-Topic › El rincón del eoliano
Clyde escribió:Otro con mini-metas por aquí.
Acabar la carrera, encontrar novia, encontrar un trabajo, hacerlo bien, llevarme bien con mis compañeros, ponerme más en forma, acabarme noseque juego, etc...
No aspiro a más que a sobrevivir felizmente sin joder la vida nadie y tratando lo mejor posible a los que me importan. Simplifico supongo.
Evolved escribió:Me parece totalmente respetable, que conste, como los que comentan mas arriba. Ojala yo puediera conformarme con eso, y dejar de joder otros aspectos de mi vida por perseguir algo en lo que creo, menuda cruz me quitaria de encima.
El problema de todo esto, es saber que uno puede tener un Don, haber nacido con algo o para algo, y que por muchas circustancias, veas que dia a dia se te esta escapando esa posibilidad.
Evolved escribió:Clyde escribió:Otro con mini-metas por aquí.
Acabar la carrera, encontrar novia, encontrar un trabajo, hacerlo bien, llevarme bien con mis compañeros, ponerme más en forma, acabarme noseque juego, etc...
No aspiro a más que a sobrevivir felizmente sin joder la vida nadie y tratando lo mejor posible a los que me importan. Simplifico supongo.
Me parece totalmente respetable, que conste, como los que comentan mas arriba. Ojala yo puediera conformarme con eso, y dejar de joder otros aspectos de mi vida por perseguir algo en lo que creo, menuda cruz me quitaria de encima.
El problema de todo esto, es saber que uno puede tener un Don, haber nacido con algo o para algo, y que por muchas circustancias, veas que dia a dia se te esta escapando esa posibilidad.
No Disk escribió:Pues yo sí que tenía sueños ambiciosos, laboralmente hablando. No descabellados, pero sí ambiciosos. Y no me refiero al tema económico, que nunca me he visto encima de un yate ni conduciendo un Ferrari. Pero claro, como dice aquel sabio aforismo "yo soy yo y mis circunstancias". Es decir, cuando hace 10 años me imaginaba mi futuro creía que todo dependía de mi. Claro, esta frase queda muy bien en la propaganda de unas zapatillas deportivas, pero no se ajusta para nada a la realidad.
Lo cierto es que hay una serie cuasi infinita de situaciones que no controlas que también te marcan de forma decisiva. Porque claro, ¿cómo me iba a imaginar yo hace 10 años que a día de hoy España estaría financieramente colapsada, con una deuda impagable que supera 4 veces su PIB y un paro que hace tiempo que ya ha pasado la barrera del 25 % de la población activa? Eso era IMPOSIBLE de predecir, ni los más pesimistas de entre los más pesimistas que auguraban (y con razón) el estallido de la burbuja inmobiliaria se imaginaban un panorama similar. Un panorama así condiciona automáticamente a cualquiera que no disponga de unos recursos económicos elevados. Da igual lo que se haya esforzado por cumplir sus sueños, seguro que se verá afectado de una forma u otra.
Tampoco sabía hace 10 años atrás lo dura que era la vida. Supongo que era muy ingenuo, o muy tonto, realmente no importa ya. Demasiado sufrimiento para tan pocas alegrías, pero es lo que hay. Claro, intentas ser optimista para no hundirte en un fango del que no saldrás, pero no es fácil estar cada día luchando, especialmente cuando te das cuenta que, más allá de la familia (y eso en el mejor de los casos), estás tú solito contra el mundo en un combate amañado y con unas reglas que te han inculcado que no se aplican para nada en el mundo real. Si encima tienes la mala suerte de ser ateo y, por tanto, ser consciente de que ésta es tu única oportunidad, la presión ya es desquiciante. Mucha gente psicológicamente no lo aguanta y se encierra en su mundo particular de ocio, renunciando a pelear por sus sueños. Es una opción legítima, siempre y cuando seas consciente que la estás tomando, porque también los hay que ven pasar la vida ante sí sin luchar por lo que realmente quieren y cuando se dan cuenta de que el tiempo es implacable ya han quedado atrapados de por vida en un callejón sin salida. También hay gente cuyo objetivo primordial es relativamente genérico, del tipo ser feliz o vivir la vida, lo cuál es una suerte para ellos, pero desgraciada o afortunadamente no todo el mundo es así.
Aún así, a todas estas circunstancias que no controlas hay que sumarle los errores que cometes, que probablemente serán algunos porque nadie es perfecto. Bueno, si eres muy listo o extremadamente perspicaz puedes intentar anticiparte a algunos de ellos en base estar atento a lo que les pasa al resto de la gente, pero normalmente se aprende con los que comete uno mismo. Algunas de estas meteduras de pata no tendrán demasiada importancia, otras te pueden cambiar la vida para siempre.
Así pues, asumiendo que la combinación de talento y esfuerzo no es en absoluto garantía de éxito alguno, hay que reflexionar sobre cómo afrontar la frustración y las decepciones que causa la vida. Hay varias alternativas que se me ocurren, aunque ninguna de ellas me parece realmente definitiva. Una puede ser la que he comentado antes, enviarlo todo a tomar por saco, dedicarse al hedonismo consumista y ver la vida pasar ante sí sin más. Personalmente, es algo que yo jamás aceptaría porque sé que a largo plazo me haría mucho daño, pero quiero dejar muy claro que esto es únicamente mi opinión. Otra es asumir que tus sueños son irrealizables y tratar de sustituirlos por otros más accesibles. Esto puede salir bien, pero no se puede descartar que también te pueda dejar marcado psicológicamente de por vida. Dependerá de el carácter de cada uno supongo, no soy quién para hablar de esto. Una tercera puede ser cambiar el camino en lugar del objetivo: no has llegado a tus sueños por el camino corto, pero a lo mejor todavía estás a tiempo de coger el camino largo, lo cuál implicará obviamente todavía más esfuerzo y más renuncias dolorosas porque uno pierde capacidades a medida que envejece. Y aún así, tampoco hay garantía alguna que llegues a la meta, a lo peor la palmas antes y todo ese esfuerzo no ha servido para nada, nunca se sabe. O a lo mejor has aprendido a valorar que recorrer el camino puede ser tan o más satisfactorio que llegar a su final, que estás creciendo como persona y que, de hecho, ya has llegado a un nivel que realmente y pensándolo detenidamente ni tan siquiera te imaginabas cuando empezaste a recorrer tu trayecto. En el fondo, es una decisión personal que todo el mundo ha de tomar.
Bueno, espero que esta reflexión en voz alta te haya podido servir de ayuda.
Saludos.
Flash78 escribió:La felicidad no tiene porque venir solo de cuando alcanzas una meta. Mucha gente una vez la ha alcanzado deja de tener valor. Algunos objetivos solo te dan facilidades a largo plazo, otros solo corto plazo asi que hay que aprender a ser feliz con las pequeñas cosas que haces cada dia. Si tu felicidad solo depende de conseguir un objetivo complicado quizás nunca llegue ese día.
No Disk escribió:Pues yo sí que tenía sueños ambiciosos, laboralmente hablando. No descabellados, pero sí ambiciosos. Y no me refiero al tema económico, que nunca me he visto encima de un yate ni conduciendo un Ferrari. Pero claro, como dice aquel sabio aforismo "yo soy yo y mis circunstancias". Es decir, cuando hace 10 años me imaginaba mi futuro creía que todo dependía de mi. Claro, esta frase queda muy bien en la propaganda de unas zapatillas deportivas, pero no se ajusta para nada a la realidad.
Lo cierto es que hay una serie cuasi infinita de situaciones que no controlas que también te marcan de forma decisiva. Porque claro, ¿cómo me iba a imaginar yo hace 10 años que a día de hoy España estaría financieramente colapsada, con una deuda impagable que supera 4 veces su PIB y un paro que hace tiempo que ya ha pasado la barrera del 25 % de la población activa? Eso era IMPOSIBLE de predecir, ni los más pesimistas de entre los más pesimistas que auguraban (y con razón) el estallido de la burbuja inmobiliaria se imaginaban un panorama similar. Un panorama así condiciona automáticamente a cualquiera que no disponga de unos recursos económicos elevados. Da igual lo que se haya esforzado por cumplir sus sueños, seguro que se verá afectado de una forma u otra.
Tampoco sabía hace 10 años atrás lo dura que era la vida. Supongo que era muy ingenuo, o muy tonto, realmente no importa ya. Demasiado sufrimiento para tan pocas alegrías, pero es lo que hay. Claro, intentas ser optimista para no hundirte en un fango del que no saldrás, pero no es fácil estar cada día luchando, especialmente cuando te das cuenta que, más allá de la familia (y eso en el mejor de los casos), estás tú solito contra el mundo en un combate amañado y con unas reglas que te han inculcado que no se aplican para nada en el mundo real. Si encima tienes la mala suerte de ser ateo y, por tanto, ser consciente de que ésta es tu única oportunidad, la presión ya es desquiciante. Mucha gente psicológicamente no lo aguanta y se encierra en su mundo particular de ocio, renunciando a pelear por sus sueños. Es una opción legítima, siempre y cuando seas consciente que la estás tomando, porque también los hay que ven pasar la vida ante sí sin luchar por lo que realmente quieren y cuando se dan cuenta de que el tiempo es implacable ya han quedado atrapados de por vida en un callejón sin salida. También hay gente cuyo objetivo primordial es relativamente genérico, del tipo ser feliz o vivir la vida, lo cuál es una suerte para ellos, pero desgraciada o afortunadamente no todo el mundo es así.
Aún así, a todas estas circunstancias que no controlas hay que sumarle los errores que cometes, que probablemente serán algunos porque nadie es perfecto. Bueno, si eres muy listo o extremadamente perspicaz puedes intentar anticiparte a algunos de ellos en base estar atento a lo que les pasa al resto de la gente, pero normalmente se aprende con los que comete uno mismo. Algunas de estas meteduras de pata no tendrán demasiada importancia, otras te pueden cambiar la vida para siempre.
Así pues, asumiendo que la combinación de talento y esfuerzo no es en absoluto garantía de éxito alguno, hay que reflexionar sobre cómo afrontar la frustración y las decepciones que causa la vida. Hay varias alternativas que se me ocurren, aunque ninguna de ellas me parece realmente definitiva. Una puede ser la que he comentado antes, enviarlo todo a tomar por saco, dedicarse al hedonismo consumista y ver la vida pasar ante sí sin más. Personalmente, es algo que yo jamás aceptaría porque sé que a largo plazo me haría mucho daño, pero quiero dejar muy claro que esto es únicamente mi opinión. Otra es asumir que tus sueños son irrealizables y tratar de sustituirlos por otros más accesibles. Esto puede salir bien, pero no se puede descartar que también te pueda dejar marcado psicológicamente de por vida. Dependerá de el carácter de cada uno supongo, no soy quién para hablar de esto. Una tercera puede ser cambiar el camino en lugar del objetivo: no has llegado a tus sueños por el camino corto, pero a lo mejor todavía estás a tiempo de coger el camino largo, lo cuál implicará obviamente todavía más esfuerzo y más renuncias dolorosas porque uno pierde capacidades a medida que envejece. Y aún así, tampoco hay garantía alguna que llegues a la meta, a lo peor la palmas antes y todo ese esfuerzo no ha servido para nada, nunca se sabe. O a lo mejor has aprendido a valorar que recorrer el camino puede ser tan o más satisfactorio que llegar a su final, que estás creciendo como persona y que, de hecho, ya has llegado a un nivel que realmente y pensándolo detenidamente ni tan siquiera te imaginabas cuando empezaste a recorrer tu trayecto. En el fondo, es una decisión personal que todo el mundo ha de tomar.
Bueno, espero que esta reflexión en voz alta te haya podido servir de ayuda.
Saludos.
GR SteveSteve escribió:Tengo un enfoque pesimista y a la vez optimista: Si no consigo hacer realidad mi sueño de vivir de la música, moriré intentándolo. Porque sólo con intentarlo ya disfruto. Pero nunca me rendiré. Jamás me pararé a pensar "¿Y si ésta es la vida que me ha tocado y no puedo hacer nada para cambiarlo?". Jamás lo aceptaré. Es mi vida y pienso conseguir todo lo que me proponga.
fulanito16 escribió:GR SteveSteve escribió:Tengo un enfoque pesimista y a la vez optimista: Si no consigo hacer realidad mi sueño de vivir de la música, moriré intentándolo. Porque sólo con intentarlo ya disfruto. Pero nunca me rendiré. Jamás me pararé a pensar "¿Y si ésta es la vida que me ha tocado y no puedo hacer nada para cambiarlo?". Jamás lo aceptaré. Es mi vida y pienso conseguir todo lo que me proponga.
Gracias tio, me has cambiado la vida! en mi caso es el baloncesto.
que gran manera de afrontar las cosas, de verdad.
Delnegado escribió:No puedo luchar por mis sueños porque aun estoy luchando contra mis miedos.
Royer escribió:Si los tiros van por el mundo artístico decir, que en mi opinión, es un mundillo muy muy cruel...a pesar de lo que se percibe desde fuera.
Cuando las cosan van más o menos bien es increible y te puedes sentir absolutamente lleno, pero cuando las cosan van mal...
Supongo que cualquiera me podrá decir que como en todos los trabajos, pero yo veo esta rama como algo aparte del resto de profesiones. Y de lo que llevo vivido hasta la fecha, lo mejor que he experimentado dentro del mundo artístico está a años luz de lo mejor de todo lo experimentado en otras "profesiones", pero con lo peor me ha sucedido lo mismo. Es un mundo muy extremista y además muy relacionado con tu propia persona, por lo que en mi caso cada vez que hago algo parece que estoy dando una parte de mi (no me refiero a tiempo ni nada por el estilo), y cuando me lo quitan pues lo contrario.
Es por esto por lo que hay que vivir con pequeñas, medianas y grandes metas. Yo siempre que cumplí una grande sufrí una importante sensación de vacio, pero es a algo a lo que hay que acostumbrarse...a tener la ilusión de las medianas y de las pequeñas satisfacciones, al margen de dar por hecho las rachas de caída en picado. Hay que tener la balanza muy clara, siendo realista y con los pies en la tierra, y por supuesto con toda la HUMILDAD del mundo por encima de todo.
Un saludo:
Royer
GR SteveSteve escribió:Tengo un enfoque pesimista y a la vez optimista: Si no consigo hacer realidad mi sueño de vivir de la música, moriré intentándolo. Porque sólo con intentarlo ya disfruto. Pero nunca me rendiré. Jamás me pararé a pensar "¿Y si ésta es la vida que me ha tocado y no puedo hacer nada para cambiarlo?". Jamás lo aceptaré. Es mi vida y pienso conseguir todo lo que me proponga.
Evolved escribió:Clyde escribió:Otro con mini-metas por aquí.
Acabar la carrera, encontrar novia, encontrar un trabajo, hacerlo bien, llevarme bien con mis compañeros, ponerme más en forma, acabarme noseque juego, etc...
No aspiro a más que a sobrevivir felizmente sin joder la vida nadie y tratando lo mejor posible a los que me importan. Simplifico supongo.
Me parece totalmente respetable, que conste, como los que comentan mas arriba. Ojala yo puediera conformarme con eso, y dejar de joder otros aspectos de mi vida por perseguir algo en lo que creo, menuda cruz me quitaria de encima.
El problema de todo esto, es saber que uno puede tener un Don, haber nacido con algo o para algo, y que por muchas circustancias, veas que dia a dia se te esta escapando esa posibilidad.