Bueno, aunque un poco tarde, voy a contar mi aventura para hacerme con mi Wii el dia en que se puso a la venta:
A eso de las 7 salí para el Media Markt de Mataró con la intención de obtener un buen puesto en la cola que se montaría. Aparqué en el parking subterraneo del centro comercial y me dirigí a una de las dos entradas de la tienda (la que más cerca estaba de la sección de videojuegos), con la intención de correr cual vieja que aguarda en la puerta del Corte Inglés el primer dia de rebajas. A las 9 abrían y en ese periodo de tiempo había mas de diez personas con cara de "tú no me vas a quitar la Wii". En ese momento, cuando deberían haber abierto, abrieron primero la otra puerta de acceso (una que da al exterior del centro comercial), con la que unas 30 personas avanzaban hacía las estanterias sin que los que estabamos allí pudieramos "competir". Cuando por fin pasados unos minutos abrieron nuestra puerta, uno de los que estaban por allí comentó que "habían organizado una cola en la otra puerta" para hacerse con la consola. Me asomé para ver como de grande era dicha cola (tenía entendido que en esa tienda tenían unas 40 consolas), y cuando la vi y conté por encima (como 60 o 70 personas), me fui corriendo al coche con la intención de ir al centro de Barcelona (a unos 45 minutos) a ver si pillaba algo. Después de patear literalmente el centro de Barcelona (El Corte Inglés, Centro Mail, Sal Maya, Sunshine, tiendas del puerto y todo lo que pudiese vender videojuegos de la zona), y no encontrar nada, pensé que me había quedado sin estrenar la consola aquel dia.
Volviendo en el coche, pasé por un Caprabo que hay en el Masnou, sin ilusión alguna pero como no tenía nada que perder, pues paré (eran ya las 13:00). Hay una tienda Miró (creo que era esa) en la que no habían recibido ninguna, aunque me quedaba mirar en el supermercado.
Total que me dirijo al pasillo de los videojuegos (en los que se encontraba una Nintendo 64 edición Pokemon, junto con un Donkey Konga y sus bongos. A su lado había una caja de Wii (vacia). Pensé que sería una de esas que ponen de exposición, pero al ver que no había ninguna otra caja creí que las habían vendido todas (habían varias PS2 y XBOX360 a la venta). Igualmente pregunté (que era gratis), y una muchacha me dijo muy amablemente (me lo dijo normal, pero las palabras eran tan bonitas y quería tanto escuchar eso que me parecieron gloria) que sí que tenían, que quedaban dos, y que me iba a buscar una enseguida, que pagase y esperase en la caja central.
Cuando llegó la chica con la consola, y me la dió, casi salto el mostrador y la mato a abrazos. Salí a toda leche (no antes sin abrir la caja en el coche y "contemplarla") y llegué a casa a las dos y media. No había comido nada y realmente estaba hecho polvo, pero la desembalé y la conecté, y no dejé de jugar al WiiSports con la novia hasta eso de las 6, cuando merendesayuné.
Lo mejor es que no acaba aquí la cosa. Al cabo de unos 10 dias, me aparecieron los elementos fantasma (algo que pasó en varias Wii de primera remesa) que ocurrían cuando se había fastidiado la GPU. Podía jugar, y en el SAT de Nintendo me comentaron que ellos se hacían cargo del transporte y la reparación, pero que la cosa llevaría unas 2 semanas. Algo impensable, pues acababa de estrenar el Zelda y me pegaba unos buenos vicios con la novia al WiiSports. Decidí llamar al Caprabo donde la había comprado y ver si era posible cambiarla por otra, pues esta estaba defectuosa. Otro punto para ellos, pues me comentaron que no había ningún problema, pero que no tenían consolas en stock, así que le dije que era defectuosa, pero que podía jugar, con lo que le comenté a la chica en cuestión que si podía quedarme con la consola hasta que les llegasen nuevas entregas. Me respondió (otra vez) muy amablemente y me dijo que no había problema, que se quedaba con mis datos y que me llamarían en cuanto les llegasen. Recuerdo que la segunda remesa de Wii no llegaba hasta después de Reyes, y la misma chica me comentó que a pesar de que excediese de los 15 dias para retornar un producto, que no se cumplirían por un problema de stock y que podría cambiarla aunque pasase más de un mes desde la compra. A mitad de enero me llamaron para decirme que acababan de llegar y que podía pasar a partir del dia siguiente (por lo visto aún no estaban con el código de venta, es decir, que acababan de llegarles).
Y hasta aquí una odisea de cómo conseguir una Wii cuando y donde menos te lo esperas, y una lección de atención al cliente y que para muchos establecimientos debería ser una guia de formación para empleados.