THE ROLLING STONES CANCELAN EL CONCIERTO
Los Stones cancelan el concierto por una laringitis de Mick Jagger«¿Vaya morro!»
La promotora regional recibió a primera hora de la mañana un certificado en el que el médico recomendaba al líder de la banda británica «descansar la voz»
SONIA QUINTANA A. C./VALLADOLID
VALLADOLID
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Los Rolling Stones cancelaron a media mañana de ayer el concierto que 'sus satánicas majestades' tenían previsto ofrecer anoche en el Estadio José Zorrilla de Valladolid. A primera hora de la mañana, la productora local recibió, como un jarro de agua fría, un comunicado del mánager de la banda anunciando la suspensión de concierto vallisoletano por enfermedad del cantante. «Siguiendo los consejos de su médico, al cantante Mick Jagger se le recomienda descansar su voz después de desarrollar una laringitis durante el fin de semana», reza el comunicado oficial remitido por Los Rolling Stones y que se hizo público a mediodía de ayer.
Tras unas primeras horas de desconcierto en las que la noticia comenzó a correr de boca en boca como la pólvora entre los fans que se encontraban en los aledaños del estadio esperando a que se abrieran las puertas del recinto, llegó la confirmación oficial por parte de la productora. Nadie se lo podía creer, nadie se lo quería creer. Las pantallas que informan de la frecuencia de los autobuses en las paradas de Auvasa comenzaron a dar la noticia para evitar que la gente subiera al estadio -el Ayuntamiento canceló desde primera hora de la tarde el servicio especial de autobuses dispuesto para el evento- y los paneles informativos de las carreteras hacia Valladolid cambiaron por unas horas las advertencias a los conductores para no perder puntos por la leyenda 'Concierto Rolling suspendido'.
La actividad dentro del estadio era frenética. La productora local recibió la orden de comenzar a desmontar el escenario en torno a las dos de la tarde, momento en que los camiones que 'descansaban' en los aparcamientos del estadio comenzaron a entrar vacíos y salir cargados con los equipos de luces y sonido, entre otros materiales de producción, camino hacia El Ejido, donde, por el momento, no se ha cancelado el concierto que Los Rolling Stones tienen previsto ofrecer mañana en la localidad almeriense.
Muro de lamentaciones
A mediodía, la valla que ro- deaba todo el recinto del José Zorrilla -donde colgaban grandes carteles recordando la prohibición de introducir cámaras fotográficas, de vídeo, grabadoras, bebidas y comida, entre otras recomendaciones- se convirtió en un verdadero 'muro de las lamentaciones'. En un primer momento, muchos fueron los que no pudieron reprimir las lágrimas pero, según fueron pasando las horas, el dolor fue trasformándose en indignación. «No se puede jugar así con los sentimientos de la gente», comentaba una jerezana que recibía la noticia nada más llegar al estadio, después de más de seiscientos kilómetros de carretera.
La versión oficial de la laringitis de Jagger no convencía a nadie. «Esto es como lo del cocotero de Keith Richards. ¿Quién se ha creído esa historia? Somos sus fans, les conocemos y nos gustan tal y como son, pero que no nos tomen por tontos porque lo de la afonía de Jagger no se lo cree nadie, ¿no había a empezado a tomar clases de canto? Pues no ha aprendido nada», voceaba rabiosos un joven sevillano a las puertas del estadio. «Pues que cante en 'play back', que no iba a ser la primera vez, o que den un concierto instrumental», comentaban en pequeños círculos los que se resistían a creer la noticia y abandonar el estadio, que eran todos los allí presentes.
La gente quería explicaciones. La noticia la recibían directamente de los periodistas que ha-cían su trabajo en la explanada que rodea al estadio y de los vendedores de camisetas que intentaban 'hacer su agosto' con concierto o sin él. «Si no sale alguien de la organización a decirlo yo no me voy de aquí. ¿Por qué no sale nadie?», se quejaba un joven vallisoletano que había pedido el día libre en el trabajo para acudir al concierto. «Que se suban Los Rolling Stones al escenario y den ellos mismos las explicaciones. No nos importa que Jagger no cante, ya cantamos nosotros que nos sabemos todas las canciones, lo que queremos es verles». Soluciones, entre los fans, había para todos los gustos pero la decisión final ya estaba tomada y los Stones ya habían informado de que no iban a abandonar sus 'suites' del madrileño Hotel Palace.
«No se puede suspender un concierto el mismo día. Nos han destrozado el corazón. Es la segunda vez que voy a tener que devolver las entradas; ya me pasó lo mismo en Barcelona», contaba una coruñesa. No era la única. Entre los cientos de desolados, algunos de los jóvenes que han trabajado durante toda la semana en las labores del montaje también quisieron dejar su testimonio. «Lo mejor de este trabajo era que nos daban una entrada. A mí me ha dado un bajón», confesaba uno de los muchos vallisoletanos que han dado forma al macroescenario que los Stones no llegaron anoche a pisar en Valladolid.
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http://www.nortecastilla.esSilencio sobre el escenario y silencio fuera de él. Ninguna de las administraciones que se implicaron (Junta de Castilla y León) o han tenido relación con el frustrado concierto de anoche (el Ayuntamiento de Valladolid, dueño del estadio) ofrecieron valoraciones de 'primera mano' sobre lo que pudo ser y no fue y lo que esto puede significar para la ciudad. «No vamos a hacer ningún comentario, que lo haga quien ha promovido el concierto», fue la única frase que pronunció la concejala de Cultura y hasta hace unos días alcaldesa en funciones, Ángeles Porres.
Desde la Consejería de Cultura de la Junta, su titular, Silvia Clemente, tampoco puso voz propia a la frustrante jornada. «La Junta lamenta la situación creada, en especial a los 38.000 espectadores por los imponderables del problema de voz de Mick Jagger», expresó, interpretando a la consejera, su responsable de prensa. En ese momento, primeros momentos de confusión tras la confirmación oficial de la suspensión, ninguna fuente oficial era capaz de explicar cómo se interpretaba en las clausulas del contrato esta circunstancia.
En una entrevista que publicó EL NORTE el pasado 28 de julio, Silvia Clemente atribuyó el éxito del concierto a «la confidencialidad» y a «14 meses de negociaciones». También reconocía la importancia del apoyo económico público (cifrado en un millón de euros) para un hito incluido en la campaña de promoción del turismo interior que ofrece Castilla y León. «No solo la ciudad, sino toda Castilla y León, verá su imagen exportada fuera de España por la importancia que tienen este tipo de citas», valoraba aquel día la consejera en el suplemento especial que publicó el periódico.
Sin embargo, ayer resultó imposible obtener una valoración sobre los efectos que la suspensión pueden acarrear tanto para la aportación económica directa como para los planes de promoción turística.
Curiosamente, la explotación publicitaria del concierto fue uno de los flecos que retrasó la puesta a la venta de las entradas una vez que se confirmó la presencia de Valladolid en la lista de ciudades de la gira europea de la banda de rock británica. Las mismas fuentes de la Consejería de Cultura confirmaron que «la Junta no pierde ni un euro ya que todo lo cubre el seguro». También informaron de que «quien puede resultar perjudicada es la productora internacional que ya está buscando una fecha para recuperar el concierto y evitar esas pérdidas». De esta forma, Valladolid entrará en ese 'limbo musical' en el que también están Madrid y Barcelona, cuyos conciertos suspendidos en mayo están pendientes de alguna fecha en el 2007.
Entre los efectos colaterales de la cancelación se incluyó la 'fiesta VIP' que la Junta había organizado en el Museo de la Ciencia de Valladolid (a partir de la una de la madrugada de hoy) a la que se había invitado a personalidades de la política y la vida social y cultural de la región. Su coste tampoco ha trascendido.