Fue una de las mayores y más polémicas
filtraciones de fotografías íntimas que se recuerdan. Los hechos tuvieron lugar en agosto de 2014, cuando cientos de imágenes tomadas por algunas de las actrices y cantantes más famosas del mundo vieron la luz después de que sus cuentas de almacenamiento en la nube fueran
hackeadas. Nombres como Jennifer Lawrence y Rihanna saltaron automáticamente a los titulares por motivos que poco tenían que ver con su trabajo.
Durante varios días se llegó a sospechar que iCloud y Google Drive habían sido
hackeados, pero la realidad era muy distinta: durante los últimos dos años alguien había llevado a cabo una campaña de
phising para hacerse con las contraseñas de parte de la élite del entretenimiento estadounidense. Enviando falsos e-mails solicitando los datos de acceso a sus cuentas personales,
Ryan Collins logró amasar un enorme archivo de fotografías íntimas que ahora le han llevado a la cárcel.
Según informa el diario The Guardian, Collins, de 36 años, ha sido condenado finalmente a 18 meses de cárcel después de declararse culpable de haber accedido ilegalmente a las cuentas de más de 100 personas. En total, los investigadores del FBI determinaron durante dos años logró entrar en 50 cuentas de iCloud y 72 de Gmail sin autorización.
Lo que el FBI no ha podido probar es que Collins compartiera después esas imágenes con nadie, lo que probablemente hubiera incrementado su sentencia de forma notable. Cuando se inició el caso, Collins se enfrentaba a cinco años de prisión y una multa de 250.000 dólares.
El incidente, que fue bautizado con nombres como "celebgate" o "the fappening", causó una auténtica conmoción en Hollywood y llevó a Apple a emitir un comunicado en el que aseguraba que nadie había burlado la seguridad de sus servidores. También hizo que un mayor número de personas tomaran conciencia de la necesidad de proteger sus cuentas con contraseñas difíciles de adivinar y métodos de identificación en dos pasos.
Fuente: The Guardian