Ryan Hernández, un hombre de 21 años residente en California que consiguió entrar en la red interna de Nintendo y filtrar información sobre Nintendo Switch antes de su lanzamiento,
ha sido condenado a tres años de prisión. Hernández, que aceptó un acuerdo de culpabilidad el pasado enero, también ha sido declarado culpable de posesión de pornografía infantil y el juez ha pedido que cumpla su condena en una cárcel para reclusos con trastornos cognitivos. Además, deberá pagar una compensación de 259.323 dólares a Nintendo.
El FBI empezó a investigar a Hermandez en 2016, después de que él y un compinche consiguieron mediante la técnica de
phishing robar las credenciales de un empleado de Nintendo que posteriormente fueron utilizadas para acceder y descargar a archivos de la compañía japonesa que terminarían siendo filtrados. En octubre de 2017 y después de una investigación, agentes del FBI se pusieron en contacto con Hernández, que para entonces era menor de edad, para pedirle que detuviera sus actividades. El chico aceptó y dijo entender que cualquier acto de piratería futuro acarrearía una serie de consecuencias.
A pesar de la advertencia del FBI, Hernández volvió a las andadas y una vez más entró en los servidores de Nintendo para robar información confidencial sobre videojuegos, consolas y herramientas de desarrollo. En consecuencia, el FBI reabrió la investigación. La agencia ha detallado que entre junio de 2018 y 2019 Hernández se jactó de sus actividades en redes sociales como Twitter y Discord. También filtró parte de la información de Nintendo y participaba de un chat llamado Ryan’s Underground Hangout donde él y otros compartían información sobre vulnerabilidades en la red de la compañía japonesa.
En junio de 2019, agentes del FBI registraron la casa de Hernández y confiscaron numerosos dispositivos electrónicos, incluyendo ordenadores y discos duros. El análisis forense sirvió para descubrir que contenían miles de archivos confidenciales de Nintendo, así como miles de vídeos e imagenes de pornografía infantil que habían sido almacenadas en una carpeta llamada Bad Stuff (cosas malas). Además de tres años en prisión, el juez John C. Coughenour ha ordenado que Hernadez cumpla siete años de libertad supervisada y se registre como delincuente sexual.
La filtración de Hernández es una de las que recientemente ha afectado a Nintendo. El caso más notable es el llamado Gigaleak, que ha
filtrado el código fuente de consolas de Nintendo así como diseños inéditos de juegos como Animal Crossing y prototipos de Pokémon Diamond.