The Long and Winding Road y You've Got to Hide Your Love Away. Ambas de The Beatles. Ahora mismo quizás no tanto, pero son con las que más me he sentido identificado en algún momento de mi vida.
Claro, que siempre es en función del estado de ánimo. Ehemplo: a veces, cuando estoy en algun sitio donde no me gusta la música, me da por tararear Fear of the Dark. Y muchas veces que estoy eufórico me viene alguna de Frank Sinatra a la cabeza (Mack the Knife, por ejemplo), o la obertura 1812, de Tchaikovski. En momentos de bajón, suele venirme One, de U2, o Let it Be. Y cuando me siento optimista, suelo tararear algo de Madness, tipo House of Fun. Y, por supuesto, Lucy in the Sky With Diamonds, en cuanto mi mente se despeja y puedo pensar en claridad acerca de acordeones llenos de mermelada, gigantes de bronce que juegan a bolos con sandias colosales, etc...
Y en ocasiones de cabreos monumentales, pues Ace of Spades, de Mötorhead, o Phantom Lord, de Metallica.