Aunque relegado me hallo en estos momentos, juro por lo más querido que llegaré a lo que me propuse, el círculo no está completo, la incertidumbre rodea mis quehaceres, pero cuando menos lo esperéis renaceré de mis cenizas de camel y planificaré con más ansia que nunca el atraco a vuestras ulcerosas mentes.
Me ha costado llegar, me ha costado desarrollarme y ahora que empiezo a adquirir poderes más profundos ha llegado el momento de socorreros de vuestro perfume de aburrimiento.
Potestad.... quiero potestad para dignificarme, quiero voluntad para erradicar de este centro de enfermedades la triste somnolencia que os ocupa.
No olvidéis mis palabras, las cartas están hechadas y en mi barrio me llaman Tamariz.