Voy a contar mi problema a ver que opiniones o consejos me podéis dar.
En marzo conocí a un chico por Tinder. Él vive en Chile, y estaba aquí solamente de vacaciones durante un mes.
En ese mes nos vimos muchas veces, igual más de la mitad de los días que estuvo aquí. Hubo una química tremenda. Nos gustamos mucho, el sexo fue genial y todo fue estupendamente. De hecho, para volver a Chile él lo hacía desde Lisboa, donde el último finde que estaba aquí iba a ir allí a casa de unos amigos y el domingo tomar el vuelo de vuelta. Yo le dije de ir con él a Lisboa, y le hizo muchísima ilusión. Canceló la estancia con sus amigos y pasamos ese finde allí juntos. Ese viaje fue fantástico y lo pasamos muy muy bien, tremendamente romántico.
Él ya tenía pensando volver a España para vivir a lo largo de este año (esto antes de conocerme), así que cuando se fue, la idea era seguir en contacto para que cuando volviera retomar eso que estábamos empezando. Parece que los dos queremos lo mismo, una relación, monógama y exclusiva.
Antes de continuar debo decir que es cierto que había ciertas cosas que no me acababan de gustar de él. Físicamente el tío es un portento. Tanto, que hasta me sentía un poco intimidado y en plan "este tío está fuera de mi liga". Quizá por tener poco amor propio o lo que sea. Y durante todo el mes que estuvo conmigo no paraba de pensar "este tío está aquí de vacaciones, y con lo bueno que está estoy seguro de que estará follando con otra gente, que es lo más normal", y cuando algún día me decía que no podía quedar, o una tarde que se tuvo que ir porque el amigo con el que se quedaba (este chico es importante para luego) se había puesto malo y le acompañaba al hospital... siempre pensaba que me mentía y que se iba a otro sitio. Pero luego resulta que no, todas las cosas que me dijo eran ciertas, y durante todo este tiempo no ha quedado con nadie más. Y alguna cosa más. Es un tío que se gusta mucho. No para de hacerse fotos, de colgar selfies, y de mirar las redes sociales constantemente. Está increíblemente enganchado al móvil.
BUeno, volvamos al momento en el que él se va a Chile. De eso han pasado tres semanas. Estas tres semanas hemos mantenido una comunicación increíblemente fluida. Hablamos todos los días, me hace videollamada dos o tres veces al día, nos mandamos fotos, hablamos. Vamos, que genial.
La idea es que él iba a venir entre mayo y junio, así que yo estaba muy contento.
Y las cosas empezaron a torcerse este último viernes.
Hay que tener en cuenta que aunque el tema de tener sexo con otros no lo hablamos directamente, si lo hicimos indirectamente. Hemos comentado (más él que yo) que hasta que no vuelva a españa y de momento estamos solteros. Y yo le digo que ok, vale, que entiendo que hay cosas que no nos vamos a contar y lo prefiero así. Porque soy consciente de que en tres meses y conociéndonos tan poco, no íbamos a no tener sexo con otra gente. Yo lo acepto y lo entiendo.
Este viernes me escribió dándome una mala noticia. Uno de los trámites que tiene que hacer para venir y que pensábamos que iba a ser más sencillo, se alarga como mínimo hasta Julio. Fue un bajón grande y me puse muy triste y se lo hice saber.
El caso es que el viernes, después de esa noticia, no me escribió como habitualmente, y cuando me llamó lo hizo sin vídeo. Mi intuición me dice que pasó la noche con otro tío. Ok, no pasa nada. Es posible que me molestara pero no le hice saber nada. De hecho, al despertarme hablé un poco con él (ya el sábado, pero para él eran como las 5 de la mañana del viernes), y estaba bastante borracho. Me mandó audios diciendo que no pasaba nada, que solamente se iba a alargar un poco la espera, que me echaba mucho de menos, que estaba deseando volver para estar juntos, me mandó una canción preciosa dedicada... en fin, bien.
Pero el caso es que el resto del finde la cosa siguió igual de rara. Me escribió poco, estuvo fuera todo el finde... ok
Yo le pedí que el lunes tomara una hora por la tarde para hablar tranquilos, porque no habíamos hablado casi desde el viernes y de la mala noticia de los papeleos... Y bueno, hablamos. Y ahí yo me sinceré, le dije que estaba triste por lo de esperar más, que estaba deseando que volviera... Le ofrecí mi casa para cuando venga las primeras semanas pudiera buscar piso tranquilo, le dije que se podía empadronar aquí si lo necesitaba, le dije que tenía ganas de empezar algo, que no iba a estar solo y que poco a poco pues acabaríamos viviendo juntos, etc... vamos, yo lo estaba dando todo porque esto funcionara. Esto ya lo habíamos hablado antes y el feedback por su parte era positivo, él quería lo mismo. Pero ese día yo le vi raro, no le vi tan interesado como otras veces, no sé.
Al día siguiente por la mañana, habiendo pensado toda la noche, cuando hablé con él le dije que como va a tardar más en venir, yo podría tomarme una semana de vacaciones en Junio e ir a verle a Chile y estar juntos, alquilando un airbnb para que el pudiera trabajar (trabaja en remoto). Y su reacción... pues no fue la que a mi me hubiera gustado. No hubo alegría ni interés. Le dije ¿te apetece que haga eso? Y aunque me dijo que si, que mucho, por su cara y su tono no parecía que fuera así. Además le dije que me escribiera los días en los que no podía (porque tiene un finde fuera con amigos y no recuerdo que días son) de ese mes para no coincidir... y todavía estoy esperando que me lo diga.
Después, por la tarde, quedé con su amigo (del que os hablé antes, con el que se quedó en casa estando aquí de vacaciones), porque nos hemos caído bien y nos vemos a menudo, y con quien quiero tener buena relación para cuando venga, poder tener un círculo de amigos. Estando con él nos llamamos y estuvimos hablando los tres durante una hora. En esa hora estuvimos hablando de los pasos que dar para que viniera, le estuvimos diciendo que le íbamos a ayudar en todo, hablando de los trámites, su amigo le dijo que yo le había comentado de ir a verle en Junio... etc.
Y por alguna razón le notaba raro.
El caso es que desde el martes (ahora es jueves), todo ha cambiado. Ya no me escribe. Pero nada. Estas semanas nos hemos dado los buenos días y las buenas noches, hablábamos por vídeo dos o tres veces al día, nos mandábamos fotos, nos escribíamos mensajes picantes... y desde esa llamada con su amigo... NADA.
Ayer me llamó mientras él comía, cosa que hacía todos los días, y poco más. Y además una llamada muy seca, como sin ganas. Pero antes de eso no me saludó, no me dio los buenos días, nada... Y ayer al irme a dormir le deseé buenas noches y me puso "ok". Ese "ok" me ha hecho más daño que partirme la tibia y el peroné.
Esa es más o menos la historia. Yo ahora mismo estoy en un sinvivir. No paro de mirar si está en línea, las cosas que pone en instagram, las stories. Todo. Tengo una ansiedad horrible, por las nubes. Mi vida se ha quedado como bloqueada por esto. Pensando en qué ha pasado, en por qué, en los fallos que he podido cometer, en qué pasará, etc.
Lo que yo creo que ha pasado es que le he agobiado. Le he ofrecido demasiado y ha dicho "too much". Pero joder, estaba siguiendo la tónica de la reciprocidad que me estaba dando. Pero creo que le he asustado. Y ahora no sé que hacer.
De momento, tanto ayer como hoy, no le he escrito más allá de lo de las buenas noches, y hoy, aunque estoy deseando hacerlo, no le he puesto el mensaje de buenos días de siempre. Estoy seguro de que si no le escribo, él no me va a contactar hoy. Y eso me parece algo durísimo de aceptar.
Tengo un bloqueo vital como hacía años que no me pasaba. Es horrible todo.