Mi recomendación es que seas superficial, es decir no quieras convertir en amigos a todos los compañeros. Simplemente, mantente dentro de la cordialidad, pero desde la distancia. Por ejemplo, siempre saludar, buenos días, buenas tardes, pero no preguntar sobre sus vidas, sus familias o sus cosas particulares.
Ser superficial te mantendrá lejos del peligro de parecer demasiado amigo de unos, y no de otros.
El peligro a veces en un grupo de personas es que algunos se hacen amiguetes y no se hablan con otros. En este caso es como si te obligasen a elegir entre unos y otros. No hace falta. Como digo, mantén la distancia, no te tomes confianzas. Buenos días, buenas tardes, trato cordial con todos, pero nunca entres en cosas privadas, ni cuentes las tuyas.
Los colegas o compañeros de trabajo, NO son amigos. Al trabajo no se llevan las cosas de la vida privada. Y si alguien cuenta algo de su vida, no hagas comentario, y haz como si nada.
Al final lo que más se valora es a la persona callada, que no molesta, que no incordia, y que hace su trabajo correctamente. Eso es lo que tienes que pensar. Es imposible caerle bien a todo el mundo, pero si te comportas profesionalmente, y no te metes con nadie, con el tiempo te terminarán aceptando todos.