Last Remnant es un proyecto muy particular dentro de Square Enix y quizás una buena muestra de que los tiempos están cambiando en la industria japonesa. La compañía de Dragon Quest y Final Fantasy no hace juegos multiplataforma, siempre ha centrado cada título en una máquina concreta, con unas cuantas excepciones como Final Fantasy XI, que también es un juego bastante particular.
Este proyecto viene a ser una excepción a esa regla no escrita ya que está desarrollándose en paralelo para PS3 y 360, pero no sólo eso, sino que también tiene un enfoque comercial distinto del que la compañía viene utilizando, ya que este juego saldrá simultáneamente en Japón y en USA, lo que es único y muestra que la compañía japonesa, como otras compañías como Capcom, están empezando a prestar cada vez más atención al mercado mayoritario.
En cierto modo, por las palabras que han utilizado los responsables del proyecto, está claro que Lost Remnant es un experimento, un juego que intenta satisfacer a dos tipos distintos de público -o al menos a dos arquetipos determinados de público-. Es por ello que el título tiene un aire peculiar y un sistema de combate y batallas que no se parece a ningún otro juego de las compañías.
Hay dos personajes principales: un héroe muy al estilo de los personajes que suelen protagonizar los juegos de rol japoneses, llamado Rush Sykes y otro personaje, llamado “El Conquistador”, que está más en proporción con diseños que se suelen reconocer como “occidentales” –imponente presencia, músculos sobredimensionados, cara de veterano curtido en mil batallas, un vistazo a los personajes de Gears of Wars basta para hacerse a la idea-. Según se explica, el protagonista de la historia es Rush y es el personaje que se maneja en la historia, pero “El Conquistador” ocupa un papel central en la trama y los acontecimientos que se desarrollan.
No hay muchos detalles sobre la interacción entre estos dos personajes, aunque ambos están relacionados de algún modo y eso vendrá explicado en una historia que promete ser apasionante, una gran trama que atañe a naciones enteras y sus intrigas por reclamar los derechos sobre los Remnants, objetos abandonados por una raza ya olvidada que tienen un enorme poder según su naturaleza.
El viaje comienza con Rush paseando con su hermana, hasta que un grupo de criaturas llega a escena y se llevan a la chica, ante la impotencia de su hermano que empieza a desprender una extraña aura. Los acontecimientos llevarán al protagonista al campo de batalla, donde el jugador podrá experimentar el complejo sistema de combate diseñado, que combina los turnos con la naturaleza de una batalla masiva entre cientos de personajes. Tus decisiones no sólo afectan al enemigo situado enfrente, sino que también cambian el curso de una batalla y la forma en la que se desarrolla.
Gráficamente se trata de un juego muy prometedor. Cuenta con artistas como Kimihiko Miyame o Yasuke Naora, que acumulan una amplia experiencia en la saga Final Fantasy. El diseño de los personajes es atractivo, y el paisaje del campo de batalla con decenas de combates en pantalla es alentador –aunque hay demasiado espacio entre los combatientes como para simular una batalla de verdad-.
Quedan muchos detalles por saber sobre cosas como el sistema de combate y, para variar, una fecha de lanzamiento para Europa, que no se verá favorecida por lanzamiento simultáneo que propone Square Enix. Pero Lost Remnant parece un proyecto original y con un bienvenido toque de innovación, envuelto en una sólida y hasta espectacular presentación. Habrá que comprobar hasta qué punto cumple las expectativas.