Pero es que le estás dando demasiada importancia a algo que no la tiene porque, insisto, cuesta menos trabajo cambiar la tarjeta de memoria que el disco de juego.
Y por otro lado, en otras consolas ocurre lo mismo. Por ejemplo, en una Wii retrocompatible, debes tener una memory card de GameCube para guardar las partidas de dicha consola; bueno, de hecho, incluso es peor, porque también hace falta un mando de GameCube debido a que el WiiMote no sirve.
Yo no me perdería el montón de buenos juegos de PSX por la pequeña molestia que pueda significar la acción de cambiar de tarjeta; pero, bueno, allá cada cual con sus razonamientos.