-Buenos dias. ¿Qué hace Usted encerrado dentro esta botella?
-Es una larga historia, si quiere que se la cuente, debe pedirme tres deseos.
-¿3 deseos? o sea, que aparte de contármela, me va a conceder tres deseos...
-Así es, señor, vaya usted pensándolos tranquilamente, sin ningún tipo de prisa.
-Pues veamos...Quiero ser millonario, gozar de una estupenda salud durante mucho tiempo, y el tercero....dejeme pensar.
-Tomese el tiempo que le haga falta, lo necesitará más adelante.
-El tiempo no se puede tomar ni beber, tan sólo dejarlo transcurrir.
-Sí. ¿Pero sabe Usted por qué tengo tanto labia hablando?
-Ni idea, digamé
-Yo era poco hablador, pero dada la situación en la que estoy inmerso, necesito esa capacidad de diálogo más que nunca.
-Ya veo, ¿por qué necesita hablar tanto?
-Verá. Usted es la décima persona con la que hablo esta mañana, y ninguna de ellas me ha proporcionado lo que realmente anhelo, que es salir de esta diminuta botella.
-¿Y como es eso? ¿Ninguna le ha revelado los 3 deseos? Yo voy a hacerlo ahora mismo, encuentro raro que nadie los tenga
-Ya, pero lo que pasa es que todas han pensado que se trataba de una broma y me han ignorado. Muchas ni me han prestado atención, ni siquiera al verme hablar desde aquí dentro, en el suelo.
-Yo confiaré en Usted. Total, no pierdo nada.
-Y por casualidad no le gustaría visitar el interior de esta botella?. Le puedo asegurar que aunque no lo parezca, estoy en una especie de paraiso, un paisaje precioso, nunca visto por el ser humano. Gozo de una armonía increible, una sensación de tranquilidad inmensa. Tanta, que estoy pensando si realmente quiero salir de aquí dentro.
-Mmmmm...interesante. Me ha encendido la curiosidad. De acuerdo, acepto visitar el fantástico lugar donde está Usted.
-Tercer deseo cumplido, caballero. Al fin soy libreeeeeeee!!! Que tenga mucha suerte aquí dentro, amigo. Gracias.
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-Buenos dias, ¿Qué hace Usted encerrado dentro esta botella?
-Es una larga historia, si quiere que se la cuente, debe pedirme tres deseos....