Breve prólogo
La libertad es un complejo término que llevamos escuchando desde pequeños. Para unos significa lucha, para otros expansión, drogas quizás... lo que si está muy claro es que es un concepto a la orden del día.
La libertad en este poemario es el eje principal, pero no el único. En él desfilan diversos tipos de sensaciones, algunas escondidas entre los versos, otras perceptibles. Chocan las dos literaturas de los autores, una más conservadora, otra más agresiva, cada una abogando por una libertad distinta asentada en distintos planos temporales. Lo histórico, lo cotidiano, lo usual, el amor, la lujuria, las trampas de la vida desfilan por estas líneas de forma diversa, espontánea o calculada.
Me gustaría señalar con agrado, el bien que me ha supuesto trabajar en esto con una persona empapada en el mundo literario, capaz de resumir en dos frases miles de complejas ideas inherentes en el ser humano. Desconozco si algún día mis hijos tendrán el privilegio de estudiar a esta persona en los libros de texto, lo que si doy por seguro es que he aprendido tanto de él escribiendo juntos, como no lo hacía en mucho tiempo. Demasiado quizás. Gracias Prado.
Demiurgo
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Libertad
Libertad es una duda
que tenemos en el alma.
Es una pequeña causa,
una llave por la que luchar
y por la que llorar.
Libertad es un nombre
de mujer madura.
Con los ojos hinchados de dolor,
de costumbre atemporal,
de ser reclamo de muchos
y protesta de otros.
Liberta es algo por lo
que poder luchar. Tener en
el papel nuestro mapa de batallas.
Luchar en ella es besarla
por dentro. No cosigo besarla.
Libertad es el país donde anhelo morir...
Demiurgo
Jueves.
Hoy he pasado
por delante
de tu casa
y te he visto
asomada
a la ventana.
Los recuerdos se
hacinan
en mi mente,
como posos
amargos
al filo del olvido.
Esos recuerdos
rompen mi alma.
Pero no te
echo de menos
(y aun así
te veo
muy sola)
El tiempo pasa,
y yo avivo
para sentirme
más fuerte,
para acercar
el futuro
al preciso instante
en que las luces
tiñen los campos
de mimosas
(instante precioso)
Prado
Fusil de 1939
Ya camina el hombre cansado,
con las botas manchadas de muerte.
Ya marcha desolado, viejo y joven
en un caminar predictivo.
Lleva el fusil de la derrota,
con la bala de la deseperación
en el bolsillo.
Marcha llorando. Marcha acompañado
pero solo.
Porfin termina en su reclamo,
muro de piedra, casa de Dios,
se junta a su amigo,
se acuerda de ella,
en frente el enemigo se prepara.
Cuando llega el grito de la muerte,
doce bocas de fuego se delatan,
y un último grito de ¡salud!
marca el fin de otra libertad robada.
dFusil de 1939
Ya camina el hombre cansado,
con las botas manchadas de muerte.
Ya marcha desolado, viejo y joven
en un caminar predictivo.
Lleva el fusil de la derrota,
con la bala de la deseperación
en el bolsillo.
Marcha llorando. Marcha acompañado
pero solo.
Porfin termina en su reclamo,
muro de piedra, casa de Dios,
se junta a su amigo,
se acuerda de ella,
en frente el enemigo se prepara.
Cuando llega el grito de la muerte,
doce bocas de fuego se delatan,
y un último grito de ¡salud!
marca el fin de otra libertad robada.
Demiurgo
Libertad:
mirarte a los ojos
azul riguroso.
Redentor contenido,
inmenso continente
donde paso mis días
nadando en tus lágrimas,
donde medito
si merece la pena
salir de tu mundo
para estar contigo,
soportando tus besos
con los ojos cerrados.
Prado
Libertad camina
entre la agonía de las calles
de saberse
acosada
día y noche,
noche y día
por la misma
sensación de no encontrase
en ella misma,
maldita inteción
quererte muerta,
libre, quiero ser
libre para besarte
y mirate reflejada en los
escaparates que se
funden con la imagen
de tus ojos.
Alto horno,
calor por la
camisa
que te mira de noche
y de día, de día
y de noche con la suave
inteción de verte lejos
de mí,
pero agarrada a mis brazos
de hombre en desgracia
por tu ausencia lejana
y posesiva,
no me dejes morir solo.
Demiurgo
Josean Prado dice:
Un bolsillo
es el mejor medio
de transporte.
¿Quieres entrar
en el mío?
Voy ligero
de equipaje:
lápices de colores,
mechero, cigarrillos
y la conciencia
tranquila.
Demiurgo dice:
si no llueve fuera, es que la acera
no se moja...
si el sol brilla por nosotros
que no lo apague nadie
porque nadie se merece vivir
sin esto...
Josean Prado dice:
son los campos obtusos
los únicos escollos visibles.
mi bolsillo es un airbag
para tus bienpensadas intenciones.
Demiurgo dice:
Soy el núcleo de todo lo que somos
mientras caigo en el vacío de mi sombra
no soporto no ser yo el hoy no coma
ni puedo ver a los demás hambrientos
Josean Prado dice:
pero hoy no comeremos caliente
porque arderemos juntos
en la cama
contando techos
y viviendo sin rostro
para no morir
jamás avergonzados.
Demiurgo dice:
Es precisamente esa mi libertad
el poder elegir entre tu y yo
con el un rostro de papel lacerado
por el sudor...
por el calor...
por nuestra vida.
Josean Prado dice:
Aunque la vida
pierda una dimensión
quiero vivir cerca de ti
aunque sea sólo de noche
y durante el día deba
abandonarme a mi suerte.
Demiurgo dice:
Suerte maldita sin tí
sin mí,
sin el sudor de la careta
sin la cara de sombra
sin la verguenza de nuestros nombres
sin amor...solo.
Josean Prado dice:
Sólo deseo
no estar
nunca solo.
Demiurgo dice:
Libertad es el nombre que nos doy
con el fin de poder elegir
ser nuestros de día...
y estar juntos a la noche.
Prado y Demiurgo