Hola nuevamente, compañeros
@j0se242 Jeje, pues sí, en mi caso, al igual supongo que tú, tengo una cantidad importante de archivos de distinta índole (fotografías, académicos, videos familiares, etc.) y el solo hecho de perder algo me causa un mal cuerpo tremendo.
Allá por el año 2008, tuve un disco duro con proyectos personales de un ciclo superior de informática que realicé por aquel entonces, películas —esto es lo de menos, en realidad—, fotos de conciertos a los que asistí, documentos, y muchas más cosas, el cual perdí por, supuestamente, una subida de tensión; por si esto fuese poco, a finales del año 2019, y esto viene un poco al caso con el tema que has abierto, estaba en casa de mi pareja, la cual tenía un ordenador de sobremesa de Apple, y estaba haciendo una copia de seguridad de un disco duro externo de 2,5 pulgadas al citado equipo de sobremesa; la cuestión es que, transcurridos unos minutos, el disco duro duro externo empieza a realizar una serie de sonidos extraños, y por último, deja de transferir. El resto de la historia prefiero ni recordarlo
Honestamente, creo que fue por estas experiencias que tuve que soy así de maniático a la hora de la copia de ficheros (como comenté anteriormente, verificando el tamaño de bytes y número de ficheros, y no dar nada por sentado). Está claro que todo esto me hizo escarmentar.
@Rvilla87 Pues ahora que comentas eso, me dejas un tanto preocupado ya que siempre sigo el mismo procedimiento de comparación de tamaño en bytes y ficheros (ojo, siempre hablando de transferencias de ficheros —copiar y pegar— en las que no haya habido ningún tipo de eventualidad). Entonces, me miraré los programas que se han ido mencionando anteriormente para realizar los procesos de copia de ficheros.