La batalla comenzó. Mi Razorback dio el disparo inicial, alcanzando la muralla xtre, que seguía exactamente igual que antes del cañonazo. Los marines avanzaban a un ritmo frenético, con ganas de liquidar xtres.
Mientras, una vez que los steelers habían llegado a un punto, el general nos mando detenernos allí, para tener una visión aceptable de la fortaleza. Nuestros disparos se concentraban en la puerta, sabíamos que tarde o temprano terminaría cayendo, y cuanto antes fuera mejor, porque nuestras tropas de a pie y la mecanizada, que ya había dejado los transportes, podrían entrar antes.
Al cabo de un rato, la puerta se vino abajo. Nuestras bajas eran ya considerables, mientras su ejército permanecía intacto, ya que nuestro primer objetivo había sido la puerta. Mientras los xtres colocados en la parte superior seguían acribillando a nuestros marines.
Mi Razorback, una vez destruida la puerta, ya tenía poco que hacer. Me dediqué a disparar a lo alto del fortín, a ver si en algún cañonazo lograba deshacerme de un par de xtres. Al igual que yo, los demás steelers se dedicaban a lo mismo.
A la par, el general se había bajado de su steeler, y ahora era él el que dirigía a los marines, revelando a Jerry. Una vez dentro, los xtres k estaban esperando abajo cayeron sin muchos problemas. Las bajas se empezaban a igualar, pero ahora a ellos se le ponía la batalla más de cara que a nosotros.
Iba a ser difícil subir hasta donde estaba el grueso del ejército xtre. Habían planeado bien la batalla. Yo me sentía impotente, veía que mi misión en esa batalla era casi nula, aparte que sentía miedo, porque la cosa se estaba poniendo cruda.
Mientras los xtres seguían causándonos numerosas bajas desde las alturas. El general estaba desesperado, intentaba subir pero era inútil, estaban muy bien protegidos y colocados. La batalla estaba perdida, pero lo único que no podía suceder era que nos destrozaran el ejército.
Salí de mi Razorback, y me fui directo al frente. En mi cabeza solo pasaba una idea: Retirarse. Mejor sería salir de aquí con 2000 muertos, que con 200 vivos o presos...
Cuando llegue donde Rush, le propuse la retirada, y no se lo pensó dos veces. Rápidamente dio la señal, y tanto marines como steelers se dieron media vuelta para retornar el rumbo... En esta retirada al menos murieron otros 300 hombres, pero aun así mereció la pena.
Mi rabia interior era lógica. Era la primera vez que huía en una batalla. Antes era de los que pensaba que prefería morir con honra que huir con deshonra, pero vi mi muerte cerca, y esto te hace cambiar.
Una vez estábamos fuera de peligro, retomamos el rumbo de camino al campamento que habíamos hecho un par de día antes, para descansar ahí lo que quedaba de día, y a la mañana siguiente volver camino a casa.
Esta derrota quedaría grabada en la historia, y en nuestras mentes. Ahora la situación era más que complicada. Sus bajas habían sido mínimas, y ahora teníamos que temer porque no fueran ellos los que hicieran el papel de atacantes, e invadieran nuestros territorios.
Cuando llegamos al campamento, el general y yo estuvimos hablando de lo que había sido la batalla. Lo bien que la habían planteado ellos, y a la vez nuestros grandes fallos, principalmente basados en llevar tantos steelers, y dejar en casa la infantería de vuelo. Aunque ya lamentarse no servía de nada, y lo mejor que podíamos hacer era descansar un rato...