Cuando le prohíbes algo, se hace más atractivo.
A veces es mejor recurrir a la diplomacia que amenazar a diestro y siniestro, sobre todo cuando no vas a cumplir tus amenazas.
En cuanto a secuestrar, parece que no es la primera vez que lo hacen. En los años 70 se dedicaron a secuestrar japoneses en Japón y traerselos a Corea del Norte para a saber qué.