Cuando estéis en pleno acto relaja el esfínter y deja que fluya un caudaloso río de mierda sobre su pecho, descarga la furia de tus entrañas y abrásale la piel con tu mierda titánica. Cuando ella intente zafarse y huir de ti, tranquilo, no desesperes, es una muestra de que está cachonda, por lo tanto, deberás agarrarle las muñecas y vomitarle en la cara. En el momento en el que estéis al máximo de cachondos te clavas un tenedor en el ojo y se lo derramas en la boca, ella posiblemente obtenga un orgasmo épico y grite. En medio de los chillidos y el ruido levántate y ve al armario, coje un paquete de lentejas, ábrelo y échatelo por el ojete. De nada.