Añadir, sin haberme leído el hilo entero, lo que yo detesto.
El tabaco, por sobre todas las cosas. No puedo ni verlo, sólo con escribir aquí 'pitillo' ya me sabe mal. Cuando veo a una persona con eso en la boca no sé, la verdad, no puedo comprenderla. Es algo tremendamente asqueroso, una costumbre, un vicio... no sé, en serio, debo ser algo rarito pero es que ni en el cine, y me gusta el cine; de hecho la segunda entrega de El Padrino es mi película favorita, y lamento que se rodase en el 74; Pacino, Cazale, Talia Shire y otros con esas cosas en la boca, a esa maravilla cinematográfica es la única pega que le pongo. No puedo tocarlos, en ocasiones, si tengo que hacer uso del portátil de otra persona como me ha ocurrido, y esa persona, fumadora, tiene el rollete de dejar ahí los filtros o algo por que se ha preparado un kanuto, tengo que decirle que lo quite, yo no puedo tocarlo, si no lo hace, no utilizo el portátil. Y luego ya si además me encuentro con que las colillas esas asquerosas están húmedas o algo, madre mía... vomito. Es casi odio lo que le tengo a ese, bueno, no al hábito, sino a la estética, a cómo son, los ceniceros llenos de ellos terminados, me supera. Jamás saldría con una chica que fumase, ya pudiera tener el físico de Anna Simón. Si de mi dependiera ni los ingresos que llegan al estado en forma de impuestos ni leches, ese hábito prohibido en el mundo, si muchos se ponen ansiosos por la dependencia que tiren un tiempo de calmantes hasta que se les pase. Contra el maltrato, tolerancia cero, contra el hábito del humo, lo mismo.
La escatología en las comedias, otro punto que tan de moda está ahora. Claro que aquí puedo optar, y opto por no verlas, no es que ya el hecho de que estén tan mal escritas que den lástima en lugar de gracia pero es que los recursos que usan... zafios, chabacanos, inmorales... Aída o La que se Avecina por producto nacional, luego en cine la saga Torrente; sigo traumatizado y con recurrentes sueños malos después de ver la cuarta hace ya casi un año, en qué momento se me ocurrió, y lo lamento por lo que hace Santiago Segura, por que me parece un tipo de una talla intelectual enorme, pero que haga uso de esas subnormaladas para hacer reír a la sociedad, y que además la sociedad vaya al cine en comando como las mujeres a los cuartos de baño a videar sus cintas, por favor. Y tengo un enorme sentido del humor, no os equivoquéis, me rio muchísimo con las buenas comedias; El gran Lebowsky, Aterriza como puedas, Top Secret, Nada que perder, Seguridad Nacional, Ratas a la Carrera... y de los 80 a los 90, aquel dúo que me cogió a mí recién salido del horno... que grandes Martes y Trece, la antología ahí en el disco duro, unos sketches que cuanto más los ves, no sé, es difícil dejar de reír con estos tipos, se separaron cuando yo aún no tenía ni uso de razón. Lástima verles ahora ya viejetes, y con esa contundencia afirmando que jamás trabajarán de nuevo y de hecho, una opinión personal; a mí no me la dan, suelen decir que se llevan bien y eso pero no lo creo, Josema y Millán son opuestos, esos estoy convencido de que no son amigos.
Bueno, disculpad la parrafada, tengo otras muchas aversiones, ya se ha hablado de las cucarachas. Bueno, yo no puedo ver ni un sólo insecto, me acojono, y me sucede lo mismo con las viscosas reptiles.