Asitaka, yo soy la que le quitó la suerte a tu amigo
Mis amigos sostienen que yo me he hecho con la suerte de las demás personas, pero lo que ocurre es que yo miro siempre las cosas con optimismo. No creo en personas con suerte y personas con mala suerte (vale que hay personas ricas y gente pobre viviendo en la miseria, pero me refiero a personas a las que las cosas les salgan mal o bien por razones dudosas, de un día para otro, como el mal de ojo)
Es decir, a todos nos pasan cosas buenas y malas, pero siempre nos acordamos de las malas, porque fastidian más. Por ejemplo, si un día te golpeas con el pico de una mesa, y al día siguiente te vuelves a golpear, puedes pensar que tienes mala suerte en ese aspecto. Pero hay que pararse a pensar en la de veces que no nos golpeamos con el pico de esa mesa.
Es un ejemplo tonto, pero en realidad sucede así con todas las cosas.
Prefiero dejar de lado las cosas negativas y centrarme en los aspectos positivos de la vida, así se es mucho más feliz. Así que rara vez me verá alguien hablar en tono pesismista, porque simplemente no le doy importancia. Y es que el enfoque ayuda mucho, unos mismos hechos pueden ser vistos como algo catastrófico por una persona y como algo normal por otra.
Por poner un ejemplo, algunos de mis amigos se hunden si suspenden algo, yo simplemente doy gracias por el hecho de que mis padres puedan pagarme esos estudios. ¿Que no saco las asignaturas ahora? Pues en la próxima convocatoria, no es el fin del mundo.
También creo que cuando te pasa algo malo, no es que te vengan las desgracias juntas, sino que al estar ya mosqueado, eres más receptivo a las nuevas cosas malas que te puedan pasar. Volviendo al ejemplo de la mesa, imagina que pierdes algo en el cuarto, y mientras buscas te golpeas. Piensas: hay que ver, encima de que no encuentro esto, me he hecho daño con la mesa. Y seguro que no es la primera vez que te golpeas, pero si lo hubieras hecho sin estar ya cabreado por otra cosa que te había salido mal, no le hubieras dado importancia.
Por no hablar de que al salirte algo mal, estás enfadado y con la cabeza embotada, por lo que es probable de que eso te lleve a un descuido y te salgan las cosas mal.
No sé, creo que es más probable que en un cruce atropellen a alguien que va preocupado porque lo acaban de echar del trabajo (y por tanto va pensando en ello y no está muy atento a lo que le rodea) que a una persona sin ningún problema. Y claro, así es fácil que a una desgracia siga otra, se acumulen y uno pueda pensar en mal de ojo.
Así que por todos estos motivos no creo en el destino, el mal del ojo y todas esas supersticiones ^^
En el caso de Haley_JO_fan, creo que simplemente han sido coincidencias, tal vez si hubieran pasado más espaciadas en el tiempo, ni te hubieras planteado el mal de ojo.
A mí me pasó algo parecido, al entrar en el piso de estudiantes, se rompieron varias cosas. Pero las muebles de la casa tenían ya sus años y nada dura eternamente. Por lo que si las cosas fueron compradas en un mismo año, no es raro que llegue un momento en que estén tan desvencijadas que acaben rompiéndose en un periodo de tiempo similar.
En cualquier caso, no se gana nada buscando las causas de la mala suerte, lo mejor es no lamentarse y dejar de darle vueltas al asunto.