Estoy básicamente de acuerdo con los que opinan que deberíamos hacer frente común, oficial u oficiosamente, con los argelinos.
El tema del Sahara, así como la españolidad indudable de Ceuta y Melilla -que continuamente saca a debate Marruecos como vía de escape a otros problemas propios-, son temas que habría que afrontar de una vez y por todas (y otro tanto con Gibraltar, en este caso adoptando soluciones parecidas a las de Hong Kong o Macao, en China).
Lo de las relaciones exteriores es un tema siempre difícil y complicado, sobre todo para políticos cortoplacistas que no saben pensar nada más que en sus poltronas (los que abundan en España). Pero es que Marruecos desde siempre ha sido un vecino especialmente conflictivo, continuamente pendiente de dónde meter la puyita, de dónde pueden tocar las narices de mejor manera.
Cualquier país va a tener problemas con su entorno, pero yo a Marruecos los cambiaba por Argelia, Egipto, Líbano, Libia o Siria incluso, sin pensármelo mucho. Y mira que cada uno de esos tiene su cuota de problemones importante, ¿eh?
Saludos