Bien podría escribir un tocho -quizás en un futuro...- sobre cómo se han perdido algunas de mis grandes amistades, pero para la ocasión quería centrarme en el que tiempo ha fue posiblemente mi mejor amigo. Yo formaba parte de un pequeño grupo de amigos, éramos cuatro, pero a mí al menos nunca me preocupó pese a que cuando estábamos en el colegio nos veían como los "raros" y algún profesor insistía en que nos relacionáramos con más gente -con ciertos elementos que iban a mi clase, no, gracias-. No había ningún problema para quedar, y si había broncas en poco tiempo ya habíamos hecho las paces, era por tanto, la relación que cualquiera podría tener con un buen amigo. Con el paso del tiempo, fue imposible mantener la relación con dos de los amigos de nuestro grupo de cuatro personas -uno directamente se fue con otra gente y no quiso saber más de nosotros-, pero la persona a la que se refiere este post y yo seguíamos manteniendo la amistad -¡milagro!, ya digo que he ido perdiendo algunas de mis más valiosas amistades de formas casi esperpénticas-. No tardamos en hacer nuevos amigos, en el bachillerato salíamos con más gente -para variar ya se ha perdido la relación-, vaya, tengo una amistad duradera y parecía que la cosa iba bien. Y efectivamente, fue bien hasta ahora, cuatro años después.
Llegado el momento, mi amigo nunca llamaba para quedar, pero como tengo mucha paciencia no me importaba llamar a mí siempre, al menos sabía que casi siempre solía salir. No sé exactamente cuándo, parte del grupo conoció a nueva gente, que pasó a salir con nosotros. Y ya podéis imaginar lo que ocurrió, mi amigo no se sentía cómodo -yo estoy casi seguro de que tiene cruzado a alguien- y al poco tiempo dejó de salir. Antes de aquello, dejé de llamarle después de aproximadamente treinta ocasiones en las que no salió, ya le dije que si quería salir me llamara él a mí. Total, él insiste en que soy su único amigo y demás, pero no lo demuestra en absoluto, y ya paso a comentar lo que realmente importa del post. Yo muchas veces le he dicho que podíamos quedar nosotros dos para jugar a la consola en mi casa o para ir al cine, pero no suele estar por la labor, y con su actitud de total pasotismo pues yo también paso ya de llamarle, porque parece que no tiene ningún interés en saber de mí. Y la gota que colmó el vaso fue que pasé por una fuerte depresión -diagnosticada- y cuando mi madre le encontró en la calle y se lo dijo soltó: "tus hijos son muy exagerados". Ni una puñetera llamada. Yo creo que esto hubiese bastado para mandarle a la mierda definitivamente, pero como soy gilipollas y me faltan huevos cuando le vi en el autobús para ir a clase no le comenté nada y traté de mostrarme correcto, sin evidenciar demasiado interés en nuestro encuentro, eso sí. A eso le han seguido gestos bastante feos, como no esperarnos a mí y a otros antiguos compañeros de clase con los que salía -porque nunca fueron muy amigos suyos realmente, y ahora menos- para subir al autobús y pasar descaradamente de nosotros.
En fin, conociéndome no le diré nada abiertamente, pero para mí la amistad se ha ido prácticamente a la basura. Dentro de poco es su cumpleaños y no sé ni si llamarle para felicitarle.