Cuando sigues una serie a tiempo real, se crea un ambiente en directo, no dedicas poco ni demasiado tiempo en verla, puedes comentarla con los amigos e incluso escribir algo sobre ellas en Internet (aunque en realidad cada vez está la cosa más difícil). Si a esto le añadimos el verlas en familia, ni te cuento, se pasan grandes ratos. Ahora bien, por desgracia, las series de éxito son sobreexplotadas y las series de poco éxito son canceladas, así que entre pitos y flautas, alargan las series, la calidad empeora y acabas llevándote el palo (cofoof, Águila Roja).
Por ese motivo no sigo series en televisión, por más que me pese.