Yo en mis tiempos jóvenes tuve durante años varios acuarios, el mayor uno realmente espectacular de 240 litros. Por mis manos pasaron muchas especies tropicales de agua dulce. Finalmente tuve que deshacerme porque incluso con los mayores cuidados y unas inyecciones de dinero más que importantes el esfuerzo para mantenerlos en buenas condiciones de salud y limpieza era prohibitivo.
Hoy en día a pesar de lo bonito que era y de la vida y luminosidad que daba al comedor no volvería a embarcarme en aventuras de estas, y espero y deseo que la venta esté debidamente regulada, no todos los especímenes provienen de criaderos y se están esquilmado muchos ríos para importaciones que terminan con mortandades prohibitivas ya sea en el transporte o por desconocimiento de los cuidados necesarios tras la venta.
PD.- Las botias payaso son muy delicadas; tal vez mejor "barrenderos" y "limpiacristales", si la memoria no me falla, que hace ya décadas de eso.