Después de volver de vacaciones, os escribo un poema ke escribí una noche, en el pueblo.
...CRONICAS DE UN ALMA EN PENA...
Hoy camino por calles estrechas,
oscuras, humedecidas por el llanto
de las almas que las recorren.
Almas en pena, almas maltrechas,
la niebla recubre cada piedra, cada canto,
mientras ellas lloran porque no las corresponden.
Lloran porque su preciado corazón
les dió un día la espalda,
lloran porque, aunque le echaron tesón,
no consiguieron que la fortuna les alumbrara.
Las lágrimas que caen por mis ojos,
tan frías, decadentes, deprimentes,
desesperadas, ansiosas, impotentes,
me impiden ver que de la vida yo también me despojo.
Yo, como ellas, también divago ahora
por esas estrechas calles,
yo, como ellas, también he muerto,
pero no me doy cuenta de ello.
Ahora soy un alma en pena,
sombría, gris, carente de detalles,
que con su guitarra y su voz rota toca con esmero
piezas y solos tristes,
sonido que con su llanto se funde,
mientras las lágimas se deslizan por su cuello.
Alma en pena que en la noche se recluye,
esperando un rayo de esperanza,
esperando que con tu mirada la alumbres,
ansiando que tu amor apague su sed, su dolor,
deseando que su gris tonalidad desaparezca con tu beso,
intentando salir a flote, aunque en el corazón tiene un peso.