El crimen perfecto es el que cometen los legisladores. Nos roban a la puta jeta, sin esconderse ni nada, salen en los periódicos con sus cómplices de la CEOE, con sus lacayos de UGT y CCOO y cuando se retiran tienen puestazos en Iberdrola o Gas Natural. Todo a plena luz del día, sin esconderse y saliendo todos los días en los periódicos, con total impunidad. Se conoce el crimen, se conoce al criminal, pero nadie puede hacer nada. Más perfecto imposible.