Odio, odio totalmente leer tumbada, es incómodisimo para mí, jamás encuentro una postura adecuada.
En mi caso, me gusta leer por las noches en el sofá con una manta y algo calentito (té, colacao...) en invierno y algún refrigerio en verano.
También leo a veces en clase, o por la tarde en mi casa.