Pues, hace unos días, decidí retomar por fin Alan Wake para cerrar la maravillosa etapa de xbox360 y ayer sin ir más lejos a mi querida xbox360 Élite, la tercera de sus hermanas, sucumbió a la enfermedad de las 3 luces rojas... ella me miró, yo la miré... no hicieron falta palabras, ambos sabíamos que era la forma más digna de cerrar esa etapa. La cogí con fuerza, como quien se aferra a un lindo recuerdo, y con un gesto tan firme como delicado la desconecté de la fuente de alimentación, le soplé el polvo de la entrada de HDMI por última vez y la dejé reposar, aún caliente, en la vitrina de exposición. No estará sola... Nes, Snes, Megadrive, Saturn, PS1, PSone, N64, Dreamcast, Xbox, Gamecube, PS2, PStwo, Xbox360 arcade, Xbox360 Premium y ahora ella observarán, frias e inertes, a través de un descuidado cristal como sigo disfrutando de mi Hobby con todas ellas como testigo.