La trilogía de Miike es... peculiar, dejémoslo ahí. Como su propio director. Aunque el arranque de la primera es simplemente bestial.
La americana basada en el juego sí, es un desfile de modelos en bikini repartiendo unas cuantas yoyas, de las de ver y olvidar. Es curioso ver a la ex-mujer de "Earl" repartiendo estopa (y qué buena está la jodida)