@Cortavientos A mí este tema me toca muy de cerca, me siento muy identificado solo que con los dos chavales que dices, me explico.
Aviso: TOCHO VA:
Al igual que tú llevo con mis amigos toda la vida, y he pasado con ellos por todas las etapas y aventuras de la vida, y ha sido maravilloso, la verdad. Que ocurre? Pues que una vez llegados a la treintena y algo más (rondamos los 30-35) hay un par de ellos que por suerte de la vida y situaciones han conseguido pasta por la gorra y se han comprado sendos chalets por la zona donde hemos vivido siempre.
El caso es que de ahí (hace año y medio o así) se han vuelto bastante pesados presumiendo y hablando todo el puto día de lo ways que son sus casas, sus jardines, sus mil metros cuadrados, etc etc. A eso le sumamos que uno ha sido el primero en ser padre y el otro curra en el extranjero, y en fin, para algunos ya no es lo mismo, ya aburre quedar para escuchar como hablan de lo mega felices que son y lo chachi que son sus casoplones, sus vidas y su dinero. Pero es que encima, lloran diciendo que están tiesos del desembolso, etc, cosa que es totalmente falsa, eso me toca aún mas los huevos. Y más, sabiendo que algunos pasamos por etapas chungas laborales, o viviremos de alquiler eternamente o como mucho aspiraremos a un pisito de 65 metros. Los cabrones a veces hablan de si algún día tendrán segunda residencia (sobre todo la mujer de uno de ellos). Todo eso creo que es completamente normal que haga que ya no sienta lo mismo hacia ellos o que me generen negatividad, al igual que les puede pasar a tus compis. Creo que no se conoce a la gente hasta que no tienen dinero, es increíble como han cambiado.
Que quiero decir con todo esto? Pues que yo no voy a entrar a juzgar a tus colegas por criticar ciertas cosas porque igual tienen razón, o no, no lo se. Pero por mi experiencia se que es posible cogerle tirria a gente que antes adorabas y con la que lo pasabas increíble cada fin de semana. Hay veces que la vida te cambia para bien y otras para mal, y yo he aprendido por este tipo de experiencias a no juzgar a los demás o al menos a no hacerlo tan rápido.
Ahora más que nunca la frase "ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos" había cobrado tanto sentido para mí.
Ya no me lo paso igual con mis colegas, seguimos quedando pero muchísimo menos y porque el resto de colegas si que siguen siendo iguales, pero la actitud de un par de ellos puede condicionar al grupo entero.
Para terminar el tocho, diré que a raíz de ahí me volví mas tajante con la gente y paso de todo el postureo de la peña, me he borrado hace meses de Facebook e Instagram ya que el postureo es lo que impera hoy día, y soy inmensamente más feliz sin ver quien quiere tenerla mas grande. Siento el desahogo.