Llévate un MP3 (unos cascos al menos para escuchar la radio del bus) o un libro. Además, siendo tu primera, vez intenta pillar ventana y ver un poco el paisaje, que Madrid-Oviedo tiene que ser precioso.
Los viajes en autobús son un tostón, y son bastante más incómodos que mi querido tren, pero entre cabezadita, mirar un poco por la ventana y si te encuentras con un compañero un poco dicharachero hablando un rato se te pasa el tiempo. Te lo dice alguien que se tragó en su día un trayecto Bilbao-Florencia (ida y vuelta) y todavía sigue vivo.