Hasta antes de los 21 años dormía unas 7-8 horas, entré a la universidad y un día estaba con tanta tensión acumulada de los cursos que no podía dormir.
Gracias a la universidad y a otras cosas... desde entonces sufro de insomnio y duermo 2, 3 ó 4 horas si es que me duermo.
Tuve que ir a tratamiento para que me dieran unas pastillas, unos ricos somníferos que en ciertos momentos son tan detestables porque te ponen como borracho o drogadicto y no puedes trabajar en cosas que exijan mucha concentración y cuidado, ni ponerte a entrenar ni bajar escaleras si estás con los efectos.
Uno de estos somníferos es muy fuerte, tomas hoy en la noche una pastilla y te despiertas mañana a las 6 p.m.
Tengo que saber que voy a hacer y haré o no varias horas antes de ir a tomar la dichosa pastilla para dormir.
Un completo fastidio... a veces tomo la pastilla y el sueño no viene ni con grúa y me malogra el día siguiente con esa pesadez odiosa.
De las pocas compensaciones que me ha dado el insomnio que tanto molesta es el poder atacar esa ruma pendiente y leer más.