San Valentín, otro invento comercial de las grandes multinacionales que se aprovechan del predecible comportamiento humano. Sin duda, una fecha en la que se bombardea al público con un modelo idealizado, tratando de reproducirlo en nuestras mentes y reflejando valores deseables a fin de hacerlo ver más afín a nuestras inclinaciones. La cuestión es que existen 365 días según el calendario habitual, pero precisamente eligen este mismo día para vendernos la moto y excluir, pobres mortales, a aquellos que pretenden pensar de manera diferente. Sí señor, un precioso día al que todos acabamos sucumbiendo, por temor al rechazo y al descrédito social.
No puedo comentar cuánto me voy a gastar, realmente no pondré ni un duro por razones obvias, pero nunca viene mal expresarme respecto a este tipo de cosas.